Bienaventuranzas

sábado, 29 de junio de
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 Todos conocemos las bienaventuranzas, esas palabras tan hermosas que nos dijo Jesús en el Sermón de la Montaña. Sin embargo, no todos conocemos y practicamos las Bienventuranzas del Siglo XXI:



·  Felices los que saben reírse de sí mismos, porque nunca terminarán de divertirse.

·  Felices los que saben distinguir una montaña de una piedra, porque evitarán muchos inconvenientes.

·  Felices los que saben descansar y dormir sin buscar excusas, porque llegarán a ser sabios.

·  Felices los que saben escuchar y callar, porque aprenderán cosas nuevas.

·  Felices los que son suficientemente inteligentes como para no tomarse en serio, porque serán apreciados por quienes los rodean.

·  Felices los que están atentos a las necesidades de los demás sin sentirse indispensables, porque serán portadores de alegría.

·  Felices los que saben mirar con seriedad las pequeñas cosas y con tranquilidad las cosas grandes, porque irán lejos en la vida.

·  Felices los que saben apreciar una sonrisa y olvidar un desprecio, porque su camino estará pleno de sol.

·  Felices los que piensan antes de actuar y rezan antes de pensar, porque no se turbarán en lo imprevisible.

·  Felices los que saben callar y ojala sonreír cuando se les quita la palabra, se los contradice o cuando les pisan los pies, porque el amor comienza a penetrar en su corazón.

·  Felices los que son capaces de interpretar con benevolencia las actitudes de los demás, porque conocen el valor de la caridad.

·  Felices los que saben reconocer al Señor en todo lo que encuentran, porque habrán hallado la paz y la verdadera sabiduría.

Si tienes fe en Dios, asume el compromiso de ser cada día más bueno, más humilde, más justo, y podrás cumplir todos los compromisos adquiridos. Él te apoyará y nunca estarás solo, y serás feliz en esta tierra, y lo que es mejor, en la vida eterna

 

Nilsa Martinez