Nro. 281 ¿Por qué anhelamos la felicidad?

jueves, 11 de julio de
image_pdfimage_print

 

Dios ha puesto en nuestro corazón un deseo tan infinito de felicidad que nadie lo puede saciar, sólo Dios mismo. Todas las satisfacciones terrenas nos dan únicamente un anticipo de la felicidad eterna. Por encima de ellas debemos ser atraídos a Dios. [1718-1719, 1725]

 

  

Material extraído del YouCat, Catecismo Joven de la Iglesia Católica.

Ediciones Encuentro, Madrid 2011.

Parte III: Cómo obtenemos la vida en Cristo.

 

Nos puede ayudar para la reflexión:

  1. ¿En qué "fuentes" procura saciar su sed el hombre común?
  2. Si Dios sacia la sed de los hombres, ¿qué sentido tienen las satisfacciones terrenas?
  3. ¿Con cuántas fuerzas estás buscando al único que puede colmar tu corazón?

 

P. Fernando Goicochea