Dios, te confieso que muchas veces no te entiendo.
Sucede que en tantas oportunidadesel paisaje de mis días no es como el que te conté que sueño.
Miralos, ahí están:son muchos los miedos, preocupaciones y tristezasque andan rondando.
Y sí, la alegría más de una vez, se siente invitada a retirarsesin dejar nota hacia dónde se marcha.
¿Cómo se hace para seguir?Parecía que todo marchaba Bien.
Te presento mis preguntasque se transforman en quejas.
¿Por qué? ¿Cómo? Todas llegan y te las arrojo.
A veces dejo a la esperanza del otro lado de la puerta.
No te entiendo, te lo confieso.
Me cuesta perocreo,confío,esperoy amo.
Sé lo único que me hace falta:me amas.
Todo lo planeas Bien.
Ya te he contado de mis sueños,ahora quiero saber de los Tuyos:¡haremos algo grande!
Dame la Gracia paraque simplemente te deje ser Dios de mi viday yo me descubra Tu hijo amado.
Que mi vida no busque entenderte,sino celebrarte en un Amor que no se explica…
Amén
Luz Huríe
yohagonuevastodaslascosas.blogspot.com