Jesús… Hola, acá estoy, frente a vos para despojarme. Te pido que me enseñes a despojarme de mis fracasos, de mis silencios; de mis certezas, de mis búsquedas y mis hallazgos.
Ayudame a despojarme de mis sueños y mis pesadillas; de mis miedos y seguridades, de mis deseos y anhelos.
Necesito Señor despojarme de mi mirada y así aprender a mirarme y mirar como Vos mirás.
Amén.