Encontrar a aquella persona con la cual compartir la vida, es un milagro. En la búsqueda, muchas veces sentimos que nosotros no nacimos para el amor, o que no existe una persona para nosotros.
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En "La Oleada" programa de jóvenes que emitimos en la sintonía de Radio María todos los miercoles desde las 22,30hs, conversamos con la Lic. Maria Marta Bianco, psicóloga y docente. Trabaja en terapia del arte y la salud; además es payamédica.
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No encuentro al amor de mi vida ¿seré yo el problema?
Testimonio1): “ Mi nombre es Juan, tengo 24 años, quería compartir que aún no encontré el amor de mi vida, porque por una cuestión de trabajo se me hace difícil concretar, y además hoy en día las chicas no disponen de una seriedad para poder llegar a entablar una relación seria.”
Mili: Y para tratar este tema, estamos en comunicación con María Marta Bianco, es Licenciada en Psicología, es docente, trabaja en terapia de arte y la salud, y además es paya médica.
Leo: Hola María Marta.¿cómo estás?
María Marta: Hola, acá estoy como prendida con el tema musical que recién pusieron de Juan Carlos Baglieto.
Estoy contenta de estar en La Oleada por primera vez.
Quiero leerles algo, que recién me resonó mucho escuchando al Baglieto y también al joven de 24 años, que no encuentra el amor por falta de tiempo. Es un libro de Ferruchi, un filósofo italiano, que escribió un libro hermosísimo que se llama “Belleza para sanar el alma”, dice: “inundados por tantos estímulos, acabamos por estar demasiados distraídos, demasiados ausentes, en este desierto del alma, en el que nos parece que podemos tenerlo todo, acabaos por no hacer nada”…
Digo, esto por el chico de 24 años, que no tiene tiempo para poder alojar al otro en nuestro espacio.
Mili: ¿Cuándo no se tiene novio se busca o el novio viene solo?
María Marta: no es sólo un problema de mujeres, también lo viven los chicos. Es un tema del ser humano, que busca conectarse con el deseo más profundo, de estar con otro.
Está muy bien buscar, es algo bueno la búsqueda, es un buen proyecto una buena misión. Pero uno en realidad, creo, que más que buscar sale a encontrar.
Esto lo decía un psicoanalista muy conocido Jean Lacan: “yo salgo a encontrar, no salgo a buscar”
Si bien hay un fuerte deseo en nuestro corazón, en nuestro interior, que uno quiere estar con otro, que quiere compartir la vida, un llamado, un impulso… llamémoslo como queremos, tiene que ver con la actitud de apertura y disponibilidad que uno tenga y dejar fluir lo que venga. Por supuesto que uno tiene que tener en claro que es lo que uno quiere y que es lo que no quiere, y eso es a veces lo más difícil. Saber con que tipo de personalidad uno engancha más, por la historia, por el propio carácter.
Lo optimo es estar conectado con el deseo de uno mismo de de querer estar con otro y a la ves estar permeable, ahí estaría una buena clave.
Leo: muchas veces está el deseo de buscar, pero ¿como hago para coactarme con ese deseo?
María Marta: revisar las actitudes de, es un paso en la autocrítica. Por ejemplo. Acá en Buenos Aires hay una moda, y en gral. En los lugares urbanos grandes, pasa que hay grupos de mujeres solas, y grupos de hombres solos.
Es como estar todo el tiempo defendiéndose entre grupos del mismo sexo. Es una actitud que está marcando cierto nivel de miedo inseguridad. No está del todo mal, esta actitud de juntarse en grupos del mismo sexo. Sí es una actitud para revisar.
Leo: que pasará en esos casos en que uno se pone de novio unos tres mese, se corta la relación, está solo otros tres meses, más, vuelve a salir unos meses más, vuelve a cortar… bueno ahí ¿Qué estará pasando?
María Marta: esto me surge la imagen del anidamiento, del anidar.
Muchas veces uno tiene una gran capacidad para hacer relacione sociales, pero le cuesta un poco el asunto, de alojar al otro en la vida. Tiene que ver con la continuidad, el otro tiene que ocupar un lugar importante, en mi agenda, poder acompañar. El no tener tiempo significa el no querer renunciar a nada que se tenga, pero en algún momento, si se quiere tener una relación duradera, se va a tener que hacer un tiempo.
El punto, está en que cosas voy a dejar de lado para dar tiempo y lugar a la relación.
Porque una relación se construye con el tiempo que se brinda, darle un lugar alas cosas diferentes del otro porque también una relación se puede terminar, porque no me banco la diferencia.
Mili: En torno a la costumbre de estar solo, quizás, esté estado de soltería es un gran desafío de enfrentar miedos.
María Marta: más tiempo paso solo, más me pongo rígido en mi vida. Entonces en la medida en que o transito grupos, y voy cambiando de grupos, esto no quiere decir que no voy a mantener los otros vínculos anteriores, me voy civilizando cada vez más.
De lo contrario me quedo en una trinchera narcisista y me voy quedando solo. Animarse a lo nuevo, que a veces es algo que se pasa en cinco minutos y ya está del otro lado y se siente bien, disfruta del nuevo ambiente!!
Leo: y cuando uno hace una lista de cosas que debe tener esa persona que sería la futura novia/o, esto es un mecanismo de defensa?
María Marta: es un mecanismo de mucha racionalización. Está bien poner los principios, los valores. Uno tiene que tener claro que es lo que quiere encontrar en una personalidad. Hay supuestos básicos que uno puede tolerar.
Mili: por ahí cuando el amor, llega tira abajo todos los preconceptos que uno se figuraba, no?
María Marta: claro, eso no quiere decir, que uno no negocie, dentro de un vínculo, que se lleguen a acuerdos, inconciente o concientemente, donde allá roles establecidos; eso es otra cosa.
Dejarse sorprender por la vida, por el otro es una condición importante.
Leo: seguimos hablando con la Licenciada sobre este tema y las condiciones de encontrar el amor: “no encuentro el amor de mi vida: seré yo el problema?”
María Marta: Primero decir a la población que igual que dice el dicho popular: “Hay un roto para un descocido”. Cada uno tiene otro con el cual puede coincidir y no encerrarnos en la idea de que no existe la persona para mí, es un pensamiento omnipotente, como si yo fuera, algo muy original. Es decir, ser esperanzada, como primer paso.
Otra cosa, atener en cuenta es tener conciencia que encontrarse con otro, es encontrarse con un diferente, un heterogéneo al mío, con el cual tengo que aprender cosas como la tolerancia, el convivir, el mancarme ciertas cosas y todo aquello que tengan que ver con esto.
Tiene que estar constituido el concepto que el otro es un diferente a mí y así poder encontrarme con el amor cuestión.
Otro punto, está en moverme, es decir no perder oportunidad del encuentro. Darse tiempo para salir, pero no salir, con la idea: “con éste me caso” porque eso se transmite, y para un inicio puede acobardar al otro.
Salir con la idea de encontrar al otro, más que ayudar, obstaculiza, le quita espontaneidad y se pierde oportunidades. Esto de conocer al otro, no significa manipular, sino animarme a conocer, y no acelerar la relación, salir varias veces, antes de “ya ponerse de novio”. No llenar la situación de ansiedad, porque como sabemos, la ansiedad juega siempre en contra, en lo que sea. La ansiedad o quema el tiempo y apresura, destruyendo todo lo que pueda ser o también puede pasar que me lleve al pasado recordando experiencias anteriores nefastas.
Mensajito: desde Corrientes, nos escriben: “Hola chicos, tengo 29 años, jamás pude salir con nadie, porque en la búsqueda de alguien, me lastimaron bastante y ahora cerré mi corazón.”
María Marta: acá se ve el tema del pasado, como influye lo que pasó en el presente. Si la historia anterior fue muy traumática, y esto hay que trabajarlo terapéuticamente o pastoralmente, como uno crea conveniente y mejor. Pero no quedarse con el trauma, porque o sino, no voy a poder ver en una nueva oportunidad la presencia de otro, sino la figura de un fantasma que me está acechando.
Hay una película muy buena para este tema: que trabaja Diego Peretti, se llama: “No sos vos, soy yo”, realmente es muy recomendable, para este tema que estamos tratando ahora. Que plantea esto, que a veces no es el otro, es uno mismo donde están las razones por las cuales esto solo.
Mili: vamos a escuchar uno testimonios que estuvimos recogiendo:
Testimonio: Mi nombre es Marianela, mi experiencia. Yo estuve de novio y a punto de casarnos, y justo ahí en ese momento, la otra persona no se animó al compromiso, pareciera que está en otra.
Testimonio: Soy Catalina, tengo 30años y no entiendo porque no encuentro el amor de mi vida, no sé si busco muchas excusas… pero no puedo conseguir tener una relación estable.
Mili: en los testimonios se nota una expresión desde el dolor.
Maria Marta: acá se ve que hay mucho depósito, muchas expectativas, en el otro. El tema puntual: “El amor de mi vida”, yo le digo a mis pacientes, hay que encontrar un amor en la vida, el amor en la vida, porque ponerse a buscar el “el amor de mi vida”, es algo muy pesado como para ponerse a buscar. El amor de mi vida, va llegando en la medida que voy construyendo en ese amor que me encuentro en la vida, porque por ahí por estar buscando esto que es algo tan grande me pierdo de encontrarme con las cosas que se van dando cotidianamente. Bajar un poco las expectativas. Yo no voy a encontrarme el amor de mi vida, sino voy a encontrar el amor en mi vida. El amor en mi vida me va a señalar el camino, si esto es para siempre, o si se va a acabar en un año. El amor se va construyendo y es un proceso. Como dicen los poetas, el amor es una gran semilla, que se va regando con energía todos los, días, con el día a día, con los proyectos compartidos, con el deseo de estar juntos.
También hay otra cosa para rever, es cuando el otro lo es todo para mí, es decir se pretende que llene el vacío de otros amores, entiéndase bien: otros amores: el amor de la familia, el amor fraterno, esto no está bueno. Si bien es cierto que la pareja es un gran motor, pero no lo es todo, yo sigo con mi individualidad, con mis proyectos personales, que obviamente puede tocar o integrarse a al vida del otro, pero no le puedo exigir al otro que me de todo y que llene todos los espacios en mi vida. Además se llena de expectativas sobre el otro de cosas, que quizás no puede dar.
Mili: acá un mensajito desde Entre Ríos, dice: “hola soy Lore, tengo 24 años, y nunca pude tener novio, ya me cansé de buscar, estoy bastante desanimada”.
María Marta: yo le animo a Lore a lo siguiente, “empezar de abajo”, como en las empresas. Quiero decir, más que buscar, salir a encontrar, estar dispuesta a conocer al otro y no estar en la postura de: “este que viene va a ser mi novio”, porque ahí la expectativa mata lo que puede ir naciendo. A muchos asusta cuando nota que el otro quiere depender del otro y hace que se aleje. Entonces lo recomendable es darle tiempo a lo que pueda ir creciendo en un vínculo que recién comienza. Más que buscar novio, buscar alguien para compartir, un compañero y ver si esto después deviene en un noviazgo. El noviazgo no se hace da el primer día. A todo esto, es cierto que hay una crisis, que no se quiere el compromiso, pero más que el miedo al compromiso, hoy se teme el planteo: esto es para siempre, esta idea de, lo definitivo, es un peso que genera mucho miedo. Entonces si uno plantea la vida en términos de construcción cotidiana, de deseo, de compromiso cotidiano, de opción, de elegirnos mutuamente, en un proceso dinámico, donde entran muchos factores, este miedo de lo perpetuo. Todo esto que está detrás de una institución, que es el matrimonio, previo a un noviazgo, que hoy está en replanteo, porque sinceramente, se ha dado un giro importante. Sí bien es cierto que hay una crisis de compromiso, también hay un movimiento fuerte donde la gente se plantea, la autenticidad de los vínculos.
Lo importante creo yo, que es no irnos hacia los grandes temas y perdernos lo cotidiano que el amor nos puede dar.
Mili: María Marta: muchas gracias por tu participación.
María Marta: Ha sido muy lindo poder participar en La Oleada, mando un beso enorme a todos.