Estamos comenzando un nuevo año litúrgico… los días del calendario se van acabando, pero todavía quedan muchas cosas por resolver antes de despedir al 2012. Diciembre nos da la bienvenida, y en unos días llega la Navidad. Gracias a Dios, que la iglesia como maestra nos va ayudando a preparar el corazón para este gran acontecimiento.
El adviento, es el tiempo de preparación del corazón para recibir el nacimiento del salvador. Son 4 semanas en las que estamos llamados a renovarnos en la esperanza, sumergirnos en el misterio del niño que llega… del Dios todopoderoso que se hace hombre y nace como niño en un pesebre.
Compartimos esta oración, extraida de la Pastoral Juvenil y Universitaria Jesuita en Castilla. Para todos los que esperamos que se haga realidad el mundo que soñamos; para los que esperan el cumplimiento de las promesas del Señor; para los que esperan al amor de sus vidas… para los que esperan un cambio; para los que esperan la novedad en sus vidas; para los que quisieran que las cosas fueran diferentes en su hogar; para los que esperan la vida que viene… Para todos los que esperan, e incluso para los que ya se cansaron de esperar. Todos esperamos, porque lo mejor no sólo está por venir, sino que está llgando.
¡Ya, Señor! ¿Para cuándo esperas? ¡Ahora! Ven pronto, ven, que el mundo gira a ciegas ignorando el amor que lo sustenta. Ven pronto, ven, Señor, que hoy entre hermanos se tienden trampas y se esconden lazos. Ven, que la libertad está entre rejas del miedo que unos a otros se profesan. Ven, ven, no dejes ahora de escucharnos cuando tanto camino está cerrado ¡Ya, Señor! ¿Para cuándo esperas? ¡Ahora! ¿No has de ser la alegría de los probres, de los que en ti su confianza ponen? ¿No has de ser para el triste y afligido consuelo en su pesar, luz en su grito? ¿Quién pondrá paz en nuestros corazones si tu ternura y compasión se esconden? ¿Quién colmará este hambre de infinito si a colmarlo no vienes por ti mismo? ¡Ya, Señor! ¿Para cuándo esperas? Ahora