Evangelio según San Lucas 17,20-25

jueves, 14 de noviembre de
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Los fariseos le preguntaron cuándo llegará el Reino de Dios. El les respondió: “El Reino de Dios no viene ostensiblemente,y no se podrá decir: ‘Está aquí’ o ‘Está allí’. Porque el Reino de Dios está entre ustedes”.

Jesús dijo después a sus discípulos: “Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo verán.Les dirán: ‘Está aquí’ o ‘Está allí’, pero no corran a buscarlo.Como el relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre cuando llegue su Día. Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación.


Palabra de Dios




Monseñor Santiago Olivera Obispo de la Diócesis de Cruz del Eje



En el evangelio de este jueves, Lucas nos invita a ver como viene el reino de Dios. No dice que viene de un modo ostensible, no es que está aquí o está allí, porque el reino está entre nosotros. Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días el hijo del hombre y no lo verán, le dirán está aquí o está allí, pero no corran a buscarlo. Es importante entender está realidad, que el reino de Dios está en medio de nosotros, y esa presencia del reino va transformándonos, como la levadura a la masa.


En este evangelio podemos descubrir dos partes, la primera, está respuesta de Jesús a la pregunta “¿Cuándo es la venida del reino de Dios?” y la segunda, el tema del hijo del hombre, que se continúa en el evangelio de mañana.


A mi cada vez que se nos presenta la realidad del reino, me cuestiono el modo en que nosotros rezamos el padre nuestro, porque en cada oración del padre nuestro pedimos que venga el reino de Dios, “venga a nosotros tu reino”, y esa oración sincera nos pone en obra, en camino.


El reino de Dios es el reino de la verdad, de la justicia, del amor, y por lo tanto cada vez que vivimos esa realidad el reino de Dios está presente. Jesús es presencia del reino, donde está Jesús está el reino, donde hay un cristiano está el reino.


Pidamos al señor que en verdad obremos siempre por el reino, actuemos siempre pensando en la realidad del reino, y descubramos que cada uno de nosotros, como la levadura, estamos llamados a fermentar y a transformar nuestra realidad, nuestra familia, nuestro estudio, el lugar donde estamos. Porque Dios siempre pasa y transforma, Dios está presente por medio nuestro, porque el cristiano es presencia de Jesús.


Pidamos entonces, en este tiempo que vamos como terminando el año litúrgico, que descubramos que estamos llamados con nuestra vida a actualizar el reinos de Dios entre nosotros, que está en medio de nosotros, porque Dios está con nosotros, que Dios nos bendiga.


 

Oleada Joven