Evangelio segun San Lucas 21, 1-4

jueves, 21 de noviembre de
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En aquel tiempo, levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que echaban sus donativos en las alcancías del templo; vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos monedas, y dijo: «Yo les aseguro que esa pobre viuda ha dado más que todos. Porque éstos dan a Dios de lo que les sobra; pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir».


Palabra de Dios




P. Maximiliano Turri Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Chascomús


 

Nada limita, ni nada se oculta a la mirada de Jesús. 

 

En medio de la multitud que se agolpa frente al templo, ahí está, mirando el gesto insignificante de esta pobre viuda que dio todo lo que tenía.

 

El Evangelio de hoy nos revela también que la medida con que Dios juzga nuestras obras no es igual a la medida humana, nosotros nos guiamos por lo que tenemos, por lo que se nota, por lo que todos se dan cuenta. La expresión: “ha dado más que nadie”, es tremenda, nos pone patas para arriba, y nos hace ver al revés la vida y los gestos. No vale cuánto, sino cómo.

 

¿Cómo está mi corazón al entregar algo que me pertenece?, ¿soy capaz de darlo por pura generosidad? Y estas preguntas nos ofrecen mirar los gestos ajenos con una mirada amplia, valorando realmente cuando la motivación es auténtica, siendo conscientes, sobre todo cuando las personas son humildes, que es todo o lo único que tienen y lo dan.

 

El Evangelio es mirar la vida de una manera totalmente nueva, es entender por dónde pasa lo importante y por dónde lo pasajero. Los gestos que transforman la vida no son muchas veces lo que salen en la tele, la realidad tantas veces oculta pasa por tantos y tantos gestos generosos hechos en el anonimato, pero verdaderos al fin.

 

“Basta que Dios lo vea y que Dios lo sepa”, cita siempre el obispo de Chascomús; lo más parecido al elogio de Jesús de hoy.

 

Que nuestros bolsillos estén llenos de gestos silenciosos y verdaderos, de cantidades de oportunidades ofrecidas con todo lo que tenemos y somos, aunque sea poco, aunque parezca insignificante.

 

Que tengas un hermoso día. Que Dios te bendiga.

 


 

Oleada Joven