En aquel tiempo, los discípulos le preguntaron a Jesús: «¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?» Jesús les respondió: «Sí, Elías tenía que venir a restaurarlo todo. Pero les digo que Elías ha venido ya y no lo han reconocido, sino que han hecho con él lo que han querido. Del mismo modo van a hacer padecer al Hijo del hombre». Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista.
Palabra de Dios
Monseñor Eduardo Martón Obispo de la Diócesis de Rio Cuarto
Queridos jóvenes, ya estamos en el segundo Sábado del adviento, el tiempo de la espera del Salvador. Y nos encontramos con esta paradoja en el evangelio de hoy, que los judíos estaban esperando a Elías y resulta que Elías ya había llegado, era Juan el Bautista, el precursor del Señor. Y entonces Jesús les hace ver que si no reconocieron al que tenía que abrir el camino, tampoco lo iban a reconocer a Él, el Hijo del Hombre.
Es una paradoja, este pueblo, era el pueblo elegido, sigue siendo el pueblo elegido y cuando viene el signo de los signos, Cristo Jesús y su precursor, no lo reconocen. Hoy Cristo sigue llegando a través de la Iglesia, a través del rostro de los cristianos, a través de nuestros rostros, de nuestras vidas, de nuestras personas, quiere llegar a todos a través nuestro y nos invita entonces también a reconocerlo a Él en nuestros hermanos, reconocerlo a Él en cada acontecimiento, en cada circunstancia de la vida, Él está viniendo, Él está llegando a nosotros y espera que lo reconozcamos, Él está llegando a través nuestro y rogamos que nuestros hermanos lo reconozcan a través de nuestra tarea misionera.
Nos vamos ya introduciendo en este tiempo fascinante del adviento, en esta actitud de oración, de espera gozosa y activa de la venida del Redentor. Hasta el próximo Sábado si Dios quiere, en que ya estaremos entrando en la novena de la Navidad