Hablamos del peligro de estar vivo ♪

lunes, 3 de febrero de
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Creo que muchas veces todos nosotros alguna vez nos hemos planteado esto de por que estamos aquí, porque vivimos, porque existimos.


Para los que creemos, la respuesta esta en la Fe: Existimos para amar, porque Dios es amor, quiere amarnos y que nos amemos entre nosotros también.


Pero, ¿que pasa con las personas que no creen? ¿Como le dan esperanza a sus vidas? Esto es algo que me vengo preguntando hace un tiempo, que quizás sea un poco para reflexionar y hablarlo con alguien que este en esa situación.

 

Volviendo a nosotros, en mi humilde opinión creo que a veces corremos ese peligro de pensar que en la vida todo nos va a ir bien, y cuando llegan las dificultades, flor de golpe nos pegamos ¿no?.


La vida no es fácil, para nadie. Y quién te diga que es fácil te esta vendiendo una ilusión (como algunas sectas nos quieren hacer creer). Incluso para lo que creemos, hasta diría que es mas dificil, porque en el momento de la prueba cuestionamos a Dios con la ya tan conocida pregunta: ¿Por que?


Quizás es una pregunta, que ademas de hacersela a Dios, deberíamos hacernosla a nosotros mismos: ¿Que hicimos nosotros? ¿Tomamos la decisión correcta?.

Creo que un poco la vida es eso también, tomar decisiones, como dice la canción “Todo en esta vida es un decidir”. Toda decisión implica dejar cosas, por otras; eligir un camino y afrontar sus consecuencias. Hoy en día muchos jovenes tienen miedo de hacer esto, justamente por el miedo a sufrir las consecuencias, pero me pregunto y te pregunto a vos ¿no vale la pena arriesgarse?


“Hablamos del peligro de estar vivo…”, una oración que yo quizas trasformaría: en vez de peligro hablaría de AVENTURA, donde a pesar de los peligros, vale la pena seguir, porque a traves de ello veremos cosas enormes, maravillosas, que de otra forma no podríamos ver.


El mensaje es anirmase, soñar, seguir, luchar y no desanimarse. Y sobre todo, pensar que no estamos solos. ¿Te animás?

Seamos de esas personas raras que sonreimos…



 

Jorge Orellana