Carolina Vardabasso nos comparte una historia de vida muy particular. Se define a sí misma como una persona común, pero basta con escucharla para distinguir que algo la distingue: supo ser fuerte.
Animarse a luchar fue su elección de vida. Cuando todo era silencio y oscuridad prefirió tomarse 5 minutos antes de tirar todo por la borda… y hoy nos cuenta que aprendió de esa experiencia.
Ante la angustia, la incertidumbre y la soledad, aprendió la diferencia entre ser una victima o un damnificado. “Vivir es una elección, no te podes quedar sentado. Aunque los mas grandes miedos estén a tu espalda, siempre se pueden vencer”.
“Siempre se puede” insiste. Te invitamos a descubrir como supo reponerse de un hecho durísimo. Y como hoy, años después, mira la vida con ojos esperanzadores.