¿Qué es lo que nos impide disfrutar del placer de las pequeñas cosas? ¿Las preocupaciones? ¿Los deseos incumplidos? ¿Las metas que hace rato queremos alcanzar y parecieran alejarse?
Pensaste tal vez que de tanto poner la mirada en todas éstas cosas, de tanto andar corriendo, tragando ansiedades, llevando la mente a una carrera cotidiana y sin pausa te vas perdiendo de la posibilidad de descubrir que en lo pequeño, en lo sencillo de cada día se esconden pequeños grandes placeres.
Te invitamos a ver el siguiente video que muestra a una niña de 15 meses disfrutar de su primer contacto con la lluvia: asombro, sorpresa y alegría es lo que con sus gestos nos comparte.
Pidamos la gracia de que cada día saquemos a pasear a nuestra/o niña/o interior con capacidad de asombro y de felicidad ante cada pequeño acontecimiento que Dios nos regala como posibilidad de saborear pedacitos de cielo.
Corina Acevedo
De nuestra redacción