Evangelio segun San Lucas 7, 24-30

miércoles, 15 de diciembre de

 Cuando se fueron los mensajeros de Juan, Jesús comenzó a hablar de él a la gente, diciendo: «Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? ¿O qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido con telas preciosas? Los que visten fastuosamente y viven entre placeres, están en los palacios. Entonces, ¿qué salieron a ver? ¿Un profeta? Sí, y Yo les aseguro que es más que un profeta. Es aquél de quien está escrito: Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino.

Yo les digo que no hay nadie más grande que Juan entre todos los que han nacido de una mujer. Y con todo, el más pequeño en el Reino de Dios es mayor que él». Todo el pueblo que lo escuchó, incluso los publicanos, aceptaron el designio de justicia de Dios, haciéndose bautizar por el bautismo de Juan. Pero los fariseos y los escribas no aceptaron ese bautismo y frustraron, en su propio daño, el plan de Dios.



Palabra de Dios






Monseñor Luis Alberto Fernandez  Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Buenos Aires

 

 

Queridos amigos y amigas ya se aproxima la Navidad. Sigamos preparando el corazón. Vemos en el Evangelio de hoy como Juan el Bautista preparó la llegada del Hijo de Dios a este mundo: “Yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino”. En cada Navidad, Jesús quiere nacer en nuestros corazones.

 

El fin de cada año es posibilidad para comenzar algo nuevo, nos anima a mirar con esperanza el mañana. ¿Cómo preparamos eso nuevo que se viene?. El bautista preparó el camino, la Llegada de Jesús, puede entonces, inspirarnos a nosotros a preparar también esta próxima Navidad.

 

En el Evangelio proclamado, Jesús resalta virtudes que prepararon su venida, por ejemplo, la firmeza , la fe de Juan Bautista. No dejarnos llevar por cualquier propaganda, ideología de moda, pensar que todo da lo mismo, que vale vivir de cualquier forma, que lo importante sea acomodarse y caer bien y no comprometernos con nada que arriesgue tu vida. Así como el bautista, no seamos nosotros una caña agitada por el viento yendo hacia lo que solo nos conviene.

 

Otra manera provechosa de preparar la Navidad, será seguir creyendo que vale la pena vivir solidariamente, teniendo pasión y preocupación por los más frágiles y débiles, que nos duele ver tanta pobreza, chicos desnutridos, jóvenes abandonados en la droga, familias desunidas y por eso seguiremos luchando por un país y un mundo con más justicia, trabajo para todos, educación y deporte para los niños y juventud, una vida digan para nuestros ancianos. Nada mejor para preparar la Navidad que volver a mirar y a creer en Dios, que se abaja y se hace tan humilde, que llega no con el poder de las armas, de la violencia, la ambición del dinero, de la vida fácil, un dios que olvida los otros, sino, de un Niño Dios verdadero que se presenta frágil, débil y sencillo. Pero que trae una vida plena, el único poder que tiene son sus bracitos abiertos para ser recibidos con amor por las mujeres y hombres que formamos este mundo.

 

 

Oleada Joven