Padre Bueno, necesito de tu abrazo,
abrazo eterno, que cubra de cielo mi interior.
Abraza en la serenidad de tu corazon,
mi inestabilidad, mi paso debil,
la vulnerabilidad de sentirme una niña
que perdio el camino de vuelta a casa.
Necesito Padre, perderme en las profundidades de tu amor,
y quedarme ahi para siempre.
Abraza mis miedos, mis inseguridades, mi poca fe.
Luz “Papa”, para el dia de hoy,
Pan de vida, para el hambre de hoy,
Eternidad para las decisiones de hoy.
Dame el aliento de tu Espiritu, soplo de vida
que hace nueva todas las cosas.
Abrazame en la pobreza de mis cotidianos esfuerzos,
mis quejas egoistas, la confianza segura de mis fuerzas.
Alfarero bueno y manso, de manos sanadoras,
aqui esta el barro de tu vasija amada,
restaura tu obra con el soplo de tu alma.
Te adoro mi Señor, y te agradezco,
porque la paz llego y me abrazó;
porque apenas dije SEÑOR, te hiciste presente,
y se que estas aca ahora, regalandome con el brillo del sol
tu inmenso amor y perdon.
Compañero fiel, humilde dispones tu grandeza
y te haces vivo silencio, que escucha y atesora
cada palabra en el abismo de tu corazon.
No me dejes sola, sosteneme y
que tu mirada me renueve a cada instante,
hasta que nos veamos cara a cara.