Owen tiene 7 años y sufre una enfermedad neuromuscular muy poco frecuente: el síndrome de Schwartz-Jampel. Afecta a los músculos, que no puede relajar, a los huesos y a las articulaciones, en ocasiones, de forma dolorosa.
Consciente de su enfermedad, Owen estuvo sumido en una profunda depresión; no quería salir a calle ni relacionarse con otros niños de su edad. Pero la entrada de Haatchi en su vida, un Pastor de Anatolia. en enero de 2012, le devolvió las ganas de vivir. En él, Owen ha encontrado un gran aliado para llevar mejor su dolencia.
En este breve documental, un proyecto de los estudiantes de cine en la Universidad de Hertfordshire, nos cuentan cómo es y cómo comenzó esa increible relación.
Owen y Haatchi son un equipo, son inseparables y se apoyan el uno en el otro, física y emocionalmente. Es imposible no emocionarse al verles juntos, al escuchar a Owen hablar de lo feliz que le hace Haatchi.
Haatchi ejerce, casi, de perro de terapia aunque no ha sido educado para ello. De hecho, Haatchi está vivo de milagro: con cinco meses fue abandonado junto a la vía del tren, allí lo dejó algún ser, atado. Fue atropellado pero no murió, tuvieron que amputar su pierna y cortarle la cola pero sobrevivió.
Entonces, con la ayuda de otras protectoras con política de cero eutanasia, fue acogido y pudo encontrar un hogar, el hogar al que ha transformado por completo.
Fuente: Sólo Buenas Noticias