Evangelio según San Mateo 4,1-11

viernes, 7 de marzo de
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Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio.Después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, sintió hambre.Y el tentador, acercándose, le dijo: “Si tú eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes”.


Jesús le respondió: “Está escrito: El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.Luego el demonio llevó a Jesús a la Ciudad santa y lo puso en la parte más alta del Templo,diciéndole: “Si tú eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Dios dará órdenes a sus ángeles, y ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra”.

Jesús le respondió: “También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios”.El demonio lo llevó luego a una montaña muy alta; desde allí le hizo ver todos los reinos del mundo con todo su esplendor,y le dijo: “Te daré todo esto, si te postras para adorarme”.

Jesús le respondió: “Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto”.Entonces el demonio lo dejó, y unos ángeles se acercaron para servirlo.


Palabra de Dios



 


Reflexión del P. Raúl Gómez sacerdote de la Parroquia Santa Rosa de Lima de la Diócesis de Mendoza


Hola a todos los seguidores de la pagina de Oleada Joven, nuevamente estamos aquí en torno a la palabra del Señor en este nuevo tiempo litúrgico que nos presenta la Iglesia para vivir este tiempo, esta oportunidad que tenemos para volver la mirada al Señor, a través de un camino de conversión.


El tiempo que comenzamos es el Tiempo de Cuaresma. Una vez más se inaugura como todos los años con el miércoles de cenizas, en donde el evangelio nos deja tres pautas para tener presente a lo largo de este camino: la oración, el ayuno y la limosna. Es decir, las obras de caridad que podamos tener gestos que podamos tener con los hermanos.


Teniendo estas tres pautas. Estos tres modos de vivir este tiempo cuaresmal nos vamos a introducir en el evangelio de San Mateo en donde ya comenzamos la primera semana de este Tiempo de Cuaresma. Queremos llegar al tiempo pascual, pero necesitamos hacer un camino de conversión, un camino de seguimiento y un camino en donde el Señor nos invita a experimentar claramente su amor. Su amor que se revela, a través de su palabra y, de alguna manera, nos prepara para vivir este tiempo especial.


Del evangelio que nos toca contemplar en este día vemos a San Mateo que relata, cómo Jesús experimenta la tentación. Siendo Dios hecho hombre experimenta la tentación antes de su misión es llevado por el espíritu por el desierto en donde después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches el tentador lo tienta a Jesús. Sin embargo, Jesús vence con el poder de la palabra, con el poder de la Sagrada Escritura. Esta palabra que revela la voz de Dios. Este Dios que se va manifestando a lo largo de la historia y que plenifica su revelación, a través de su hijo Jesucristo.


También para nosotros en este día y al contemplar este evangelio podemos descubrir que más allá de las tentaciones del mundo cotidiano más allá del poder que nos ofrezca el mundo el Señor nos invita a poner la mirada y la confianza en él, ya que su poder está por encima de todo. Y es decir, seremos tentados de mil maneras pero también estará la gracia del Señor para guiarnos y para conducirnos por la buena senda por el buen camino sabiendo que siempre la gracia de Dios va actuar en aquel corazón que se abre para recibirle y, sobre todo, para manifestarla con la propia vida.


Jesús nos enseña la propia luz de este evangelio que por más tentaciones que aparezcan en el camino siempre está la presencia del Señor que nos auxilia, que nos socorre, que nos hace cada vez más fuertes en medio de la prueba. Bien sabemos que el camino de la vida personal de cada uno de nosotros y comunitario siempre van a parecer dificultades siempre van a ver tentaciones. Sin embargo, cada día hacemos y vivimos el combate espiritual. Combate en donde muchas veces salimos vencedores ante las tentaciones y, a veces, salimos vencidos.


Por eso la invitación es a poder mirar y contemplar a Jesús que nos sigue enseñando con su vida entre entregada, sobre todo, sabiendo que para poder alcanzar la pascua que es a donde queremos llegar necesitamos hacer este camino de prueba. Este camino en donde podamos experimentar por varios momentos las tentaciones, pero también, la presencia amorosa de este Dios que nos ama y nos salva.


Pidámosle al Señor, entonces, en este día que realmente este tiempo sea un tiempo de la conversión. Que podamos volver fuertemente la mirada al Señor reconociéndolo a él, como aquel que se revela para guiarnos y para conducirnos. Que en esta semana que comenzamos de este tiempo de Cuaresma podamos hacer este camino espiritual profundo. Que podamos aprovecharlo para asimilarlo a Jesús y como dice San Pablo: “buscar tener sus mismos sentimientos”.


Bueno que tengan una linda semana y que el Señor los acompañe los bendiga y que podamos prepararnos de la mejor manera para llegar a la Pascua de la Resurrección.


 

Oleada Joven