Evangelio segun San Lucas 1, 46-56

martes, 21 de diciembre de
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  En aquel tiempo, María dijo: «Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se alegra en Dios, mi Salvador, porque ha mirado la humildad de su sierva.  Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el Poderoso. Su nombre es santo, y su misericordia es eterna con aquellos que le honran. Actuó con la fuerza de su brazo y dispersó a los de corazón soberbio. Derribó de sus tronos a los poderosos y engrandeció a los humildes; colmó de bienes a los hambrientos y a los ricos despidió sin nada.
Tomó de la mano a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros antepasados, en favor de Abrahán y su descendencia para siempre».
María estuvo con Isabel unos tres meses; después regresó a su casa.

Palabra de Dios


 

Monseñor Santiago Olivera  Obispo de la Diócesis de Cruz del Eje



Mi nombre es Santiago Olivera y soy Obispo de la Diósesis de Cruz del Eje y quiero invitarlos a compartir la reflexión del Evangelio de hoy; el texto del Evangelio que escuchamos hoy nos canta la grandeza de Dios, pero nos canta la grandeza de la Virgen porque ella una vez habiendo recibido, lo reflexionábamos ayer, habiendo recibido el anuncio del ángel parte sin demoras a ponerse al servicio de su prima Isabel. María, siempre pienso este texto, que como Jesús que no hizo alarde de su categoría de Dios María hizo lo mismo, sin duda esta fue la educación que tuvo Jesucristo.




María se pone en camino y al encuentro con Isabel canta el magníficat: "Desde ahora todas las generaciones me llamarán Bienaventurada", por la gran obra que Dios hizo en ella. Y esta profecía de María se cumple hoy porque nosotros la llamamos Feliz realmente a María porque ella creyó y porque ella vivió de la fe; esta oración de la Madre, este cantico, este magníficat de la Madre debe darnos algunas líneas de como debe ser nuestra oración. Le da lugar siempre, como la de ella, alabando y reconociendo la grandeza de Dios que es un hombre santo y que su misericordia (decimos Misericordia de Dios porque tiene como un corazón sensible ante la miseria humana, la misericordia de Dios se extiende de generación en generación) En esta oración, en este magníficat de la Virgen sin dudas hay mucho de la Biblia porque María conoce la espiritualidad y la esfera del pueblo judío, la fe y las aspiraciones del pueblo judío y lo dice con sencillez y con humildad. Lucas pone -el Evangelio de Lucas, el evangelista- pone en labios de María el  canto de liberación mesiánica; los pobres, los hambrientos, los humildes pasan a ser los protagonistas de la historia de Dios.




Vamos a decirle a la Virgen que nos ayude de verdad a ser chicos y chicas, hombres y mujeres de oración que alaban al Señor por la obra que ha hecho en ella; que podamos como María agradecer y cantar porque, aún antes de nacer el niño, María agradece y esa gratitud de la Virgen no es sólo palabra sino una disposición interior.




Vamos a pedirle a María que nos ayude, entonces, a agradecer a Dios toda la obra grande, a agradecer y alabarlo, a descubrir su grandeza y que esa gratitud se convierta en una gratitud que intenta vivir el proyecto de Dios en nuestra vida; amándolo a Él en primer lugar, con todo nuestro corazón y todas nuestras fuerzas como la Virgen hizo, cambiando todo plan personal por seguir el plan de Dios, de su reino.

 

 

Oleada Joven