Tú mi refugio – Salmo 31

lunes, 31 de marzo de
image_pdfimage_print

En ti, Señor, me cobijo, no quede nunca defraudado. Líbrame, conforme a tu justicia, atiéndeme, date prisa. Sé tú la roca de mi refugio, fortaleza donde me salve porque tú eres mi roca y mi fortaleza por tu nombre me guías y me diriges. Enséñame a caminar por tus sendas en tus manos pongo mi vida y me libras, Señor, Dios fiel. Tú me libras en las tormentas, me defiendes en la lucha, me orientas en las sombras, me conduces en la vida. Cuando estoy en apuros y la pena debilita mis ojos, mi garganta y mis entrañas… cuando pierdo las fuerzas en ti confío, Señor: me digo: “tú eres mi Dios”.

 

Laura Sh