En aquel tiempo, los pastores fueron de prisa y encontraron a María, a José y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que el ángel les había dicho de este niño. Y cuantos escuchaban lo que decían los pastores, se quedaban maravillados. María, por su parte, conservaba todos estos recuerdos y los meditaba en su corazón. Los pastores regresaron glorificando y alabando a Dios, porque todo cuanto habían visto y oído era tal como les habían dicho. A los ocho días, cuando lo circuncidaron, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel ya antes de la concepción.
Palabra de Dios
Monseñor Eduardo Martín Obispo de la Diócesis de Rio Cuarto
Estamos celebrando hoy el primero de año, inicio de una nueva etapa para todos, pero para nosotros los cristianos estamos dentro de este tiempo maravilloso, de este tiempo de la natividad del Señor y hoy celebramos también junto con el inicio del año, a la virgen, celebramos la solemnidad de Santa María , madre de Dios.
Hoy miramos el misterio de la navidad, desde la virgen, desde la Madre, el sábado pasado en la navidad, miramos a Cristo que nacía, hoy miramos a la Madre que da a luz, y la Madre de Jesús por ser Jesús hijo de Dios, es también la Madre de Dios. Y este es el titulo más grande de la Santísima Virgen: Madre de Dios, porque es Madre de Cristo, que es hijo de Dios, que es Dios como el Padre que se ha hecho hombre para nuestra salvación.
Y por eso ponemos bajo el amparo y la protección de la Virgen, este año que comienza, queremos hoy recocerla a ella, venerarla nuevamente y entregarle nuestro corazón. Queremos hoy, poner este año que se inicia, un año nuevo es un nuevo ciclo que transitamos, nuevas esperanzas, nuevas expectativas, y bueno ponerlo en las manos de la Virgen, creo que es muy importante, para que sepamos que alegrías o dolores, prosperidades o adversidades, son circunstancias de la vida, pero lo importante es que podamos vivir el año de la mano del Señor y de su Santísima Madre, es esto lo que hace interesante y lleno de gusto la vida, vivir todo , también la alegría y el dolor en la presencia del Señor , de su mano. Es este el gusto verdadero de la vida y el sentido verdadero de la vida, por eso ponemos todo este año en las manos de María.
También hoy la iglesia proclama esta jornada, como jornada mundial de la Paz, día de oración por la paz en el mundo, también sabemos que Cristo es la verdadera paz del corazón del hombre, sabemos que la paz que nace del corazón del hombre, es Cristo quién nos la trae, esa tranquilidad en el orden que solo trae Cristo al alma humana, al corazón del hombre, por eso también ponemos como oración, intención en manos de la virgen, que nos conceda el Señor por su intercesión un año de paz, de tranquilidad, de serenidad, para poder transitarlo lleno de compromisos por el bien, lleno de compromisos por la justicia, lleno de compromisos por construir el Reino de Dios, haciendo también mejor la vida sobre esta tierra.