Servir a un rey

domingo, 6 de abril de
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Porque tengo la Gracia de servir a un Rey que se hizo humilde y posee un Reino que solamente se puede ver con el corazón. Tengo la gracia de tener un Rey que se vale de sí mismo, pero que nos da la oportunidad de que lo sirvamos. Tengo un Rey que me invita a ver su reinado todos los días en la tierra, pero especialmente me deja contemplar un pedacito de su Cielo. Tengo un Rey que mi corazón descubre a gritos su grandeza y que siente la necesidad de postrarse; mientras que mi cuerpo al vislumbrar que está en su presencia no puede dejar de temblar. Tengo un Rey que puede cambiar en un instante la realidad del mundo, pero tiene la delicadeza de dejarnos la libertad de elección.

Mi Rey nació en la pobreza, y vive en las miserias de mi corazón. Tengo un Rey que prefirió una corona de espinas, y guardar silencio mientras llevaba su amor hasta el extremo. Mi Rey murió en la cruz; y solamente porque mi Rey se llama Jesús.

Fer Gigliotti