Solo el encuentro contigo
desde nuestra verdad,
nos hace capaces de
dejar nuestro cántaro,
de despreocuparnos
de nosotros mismos,
para dejar que Dios y los
demás ocupen un lugar
importante en nuestra vida.
Danos la gracia Señor de
dejarte a vos el centro de
nuestra existencia para
desde ahí crecer en
servicio y caridad
a nuestros hermanos.