Evangelio según San Mateo 26,14-25

martes, 8 de abril de
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Uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes y les dijo: “¿Cuánto me darán si se lo entrego?”. Y resolvieron darle treinta monedas de plata. Desde ese momento, Judas buscaba una ocasión favorable para entregarlo.

El primer día de los Acimos, los discípulos fueron a preguntar a Jesús: “¿Dónde quieres que te preparemos la comida pascual?”. El respondió: “Vayan a la ciudad, a la casa de tal persona, y díganle: ‘El Maestro dice: Se acerca mi hora, voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos'”. Ellos hicieron como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua.

Al atardecer, estaba a la mesa con los Doce y, mientras comían, Jesús les dijo: “Les aseguro que uno de ustedes me entregará”. Profundamente apenados, ellos empezaron a preguntarle uno por uno: “¿Seré yo, Señor?”. El respondió: “El que acaba de servirse de la misma fuente que yo, ese me va a entregar.El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre será entregado: más le valdría no haber nacido!”. 


Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó: “¿Seré yo, Maestro?”. “Tú lo has dicho”, le respondió Jesús.


Palabra de Dios



 


P. Cristian Salomón Sacerdote de la Parroquia Santa Teresa de Jesús, de Santa Teresa, Diócesis de Rosario 

 

¡Buen día, buen día! Espero te encuentres bien y con el corazón dispuesto para seguir experimentando el amor de jesús que se entrega.

Hoy en este miércoles Santo, la Palabra nos ubica al igual que ayer en la última cena, ya sabiendo que Judas habia decidido entregarlo por 30 monedas de Plata. Esta útima Cena de Jesús con sus discipulos, tiene mucho de entrega y corazón abierto y a la vez de traición.

Jesús tiene conciencia de lo que le va a suceder, Judas piensa y busca el momento oportuno para entregarlo…los demás discipulos entristecidos no entienden demasiado, preguntan pero no entienden.

Contemplamos y escuchamos la Palabra descubriendo que mientras Jesús decide entregar la Vida para la Salvar a muchos, por amor, también Judas decide entregarlo, traicionarlo.

Me surgen muchas preguntas ante la Palabra, ¿por qué Judas decide entregarlo, qué paso en su corazón? ¿Qué fue gestando esa decisión? ¿Porqué Jesús, aún sabiéndolo sigue adelante?

Eligiendo contemplar en Judas a cada uno de nosotros, les comparto un pensamiento de R. Guardini. “…¿No hay en nuestras vidas muchos días en los que abandonamos nuestra mejor verdad, nuestro sentimiento más sagrado, nuestro deber, nuestro amor, por una vanidad, una sensualidad, un provecho, una seguridad, un odio, una venganza? ¿Es eso más que treinta monedas de plata? No tenemos por qué hablar del traidor, acaso incluso con vos indignada, como de algo lejano y extraño. Judas nos revela a nosotros mismos..”

Sin embargo, Jesús sigue adelante, queriendo entregar la vida, queriendo compartir la mesa con nosotros.

Tenemos todavia la oportunidad de incluso con nuestras heridas y fragilidades, de mirar al Señor, de volver a Él, de dejarnos abrazar por su amor que Salva y libera.

Gracias Señor, porqué aún conociéndonos nos seguís amando, porque aún nosotros, contribuyendo a la traición, nos seguís Salvando.

Dios te bendiga, que tengas lindo día y una fecunda Pascua.

 

Oleada Joven