Catherine, una mujer norteamericana, había ahorrado para comprarse un auto pero se enteró de una vecina viuda que necesitaba el dinero y le donó 5000 dólares, inspirando al pueblo a regalarle un auto por su generosidad.
Un corazón grande como una casa. Así es Catherine, que trabaja en una panadería y que contagia a todos de energía positiva. “Es un ángel entre nosotros”, comenta Debbie, amiga de la entusiasta y propagadora de la causa de I Like Giving (“Me gusta dar”), una ONG que busca inspirar la generosidad masivamente.
“Todo el mundo viene a ver a Catherine mientras trabaja”, afirma Debbie, quien cuenta la historia extraordinaria de su amiga. Catherine había ahorrado 5000 dólares para comprarse un auto nuevo, dado que el suyo estaba en ruinas. Algunos meses después, cuando Debbie preguntó por el auto, su amiga le contó que le había donado el dinero a una viuda necesitada. “No puedo dar lo que no tengo, así que di lo que tengo”, dijo la mujer.
Gracias a ese acto, Debbie decidió ponerse manos a la obra. Junto a su marido, fueron a una concesionaria para comprar un auto para su amiga. Ambos colaboraron para comprar el auto de sus sueños a Catherine, lograron que todo el pueblo colabore económicamente y hasta el dueño de la concesionaria aportó a la causa. Luego, el pueblo entero le regaló a la buena samaritana el auto que inicialmente deseaba.
“Todos lloramos al ver la cara de Catherina”, contó Debbie sobre el instante en que entregaron el vehículo. “Todos fuimos parte del momento, y la alegría que reinó fue increíble”. Moraleja: dar sin esperar nada a cambio genera más acciones bellas en la gente.
El video está en inglés pero el lenguaje de la belleza de un corazón no necesita de palabras:
Fuente: Buen Diario