Evangelio según San Juan 3,7b-15

viernes, 25 de abril de
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No te extrañes de que te haya dicho: ‘Ustedes tienen que renacer de lo alto’. El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu”.


“¿Cómo es posible todo esto?”, le volvió a preguntar Nicodemo. Jesús le respondió: “¿Tú, que eres maestro en Israel, no sabes estas cosas?


Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. Si no creen cuando les hablo de las cosas de la tierra, ¿cómo creerán cuando les hable de las cosas del cielo? Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo. De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna.



Palabra de Dios



 


Monseñor Fernando Maletti Obispo de la Diócesis de Merlo – Moreno


 

Queridos hermanos y hermanas, queridos jóvenes, hoy 29 de abril con toda la Iglesia celebramos a Santa Catalina, esta mujer que como tantas otras supieron dar su vida por su fe, con esperanza e inspirados en el ardiente Amor. 

 

Queridos hermanos y hermanas las 2 palabras que nos surgen de Santa Catalina y del evangelio de hoy es fidelidad y perseverancia. 

 

La fidelidad hasta el fin de la vida, nos pide Santa Catalina y todos los santos, es la fidelidad a Dios y a los demás en lo pequeño de cada jornada y del saber recomenzar de nuevo cuando por fragilidad caemos.

 

Perseverar en el propio llamado, en la propia vocación es responder a las llamadas que Dios hace a lo largo de una vida, auque no falten obstáculos y dificultades y a veces incidentes aislados de cobardía o derrota. El llamamiento de Cristo queridos jóvenes, exige una respuesta firme y continuada y a la vez penetrar más profundamente en la grandeza y en las exigencias del propio camino, así la vocación conservará siempre la alegría y la belleza de los comienzos.

 

Fidelidad y perseverancia nos dice el evangelio y nos mueve a pensar la figura de Santa Catalina, la virtud de la fidelidad queridos hermanos y hermanas debe percudir TODAS las manifestaciones de nuestra vida cristiana, las relaciones con Dios, como somos con la Iglesia, también con el próximo, en el trabajo en nuestros deberes de estado y también en el trato que le damos cada uno a si mismo. El hombre vive la fidelidad en todas sus formas cuando es fiel a lo que Dios quiere que sea, y por eso chicos y chicas descubramos que quiere Dios y es de su fidelidad a Dios de donde se deduce y a la que se reduce la fidelidad a todos sus compromisos verdaderos.

 

Cuando fracasamos en la vocación que Dios ha querido para nosotros en el fondo es fracasar en todos y al faltar a la fidelidad a Dios todo queda como desunido y roto, aunque luego Dios con su misericordia pueda recomponer muchas cosas, si el hombre humildemente se lo pide.

 

Queridos chicos y chicas Dios mismo sostiene constantemente nuestra fidelidad como en el caso de los santos, piensen en el santo de la devoción, de cada uno de ustedes, amigos de Dios, modelos de Fe y Dios mismo cuenta siempre con nuestra flaqueza humana, nuestro defectos, nuestras equivocaciones.


Estemos dispuestos a dar las gracias necesarias para salir adelante siempre pero trabajemos con sinceridad de vida y deseos de lucha y ante el aparente fracaso de muchas tentativas, si las hubiera. Debemos recordar que Dios no pide siempre el éxito, que nos vaya fantástico, sino el esfuerzo continuado en la lucha sin dejarnos vencer por el desaliento o el pesimismo. Por eso las 2 grandes palabras de hoy, de este evangelio, de la fiesta de Santa Catalina sean fidelidad y perseverancia, perseverando con la ayuda de Dios, en lo poco de cada día, lograremos oír al final de nuestra vida, con mucha dicha, con mucho gozo, aquellas palabras del Señor tan consoladoras: “Muy bien , muy bueno servidor bueno y fiel, has sido fiel en lo poco, vení, te voy a dar mucho más, entra a participar de la alegría de tu Señor.


Que el Señor los bendiga y los acompañe, los protege y los cuide y les de la gracia que mas necesite.

 

 

 

Oleada Joven