Papá, me duele

martes, 29 de abril de
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Mi niño amado,
aunque el cemento esté frío y rígido
Yo estoy abrazándote,
llenando de calor tus sueños,
esos que para vos soñé.

 

Aunque todos pasen de largo,
se asusten cuando los veas
o sean indiferentes a tu presencia,
déjame decirte que Yo no me canso de contemplarte.

 

Te duele más que se crucen de vereda,
o que te arrojen alguna moneda,
a que tus pies estén ampollados de tanto andar.

 

Se han olvidado de tus búsquedas,
te han robado posibilidades,
no han curado tus heridas.

 

Tal vez el mundo te tenga lástima,
se asusten cuando los mires;
perdónalos,
no saben quién sos.

 

Sos mi Sueño,
ese que desde la eternidad Vida soplé.
Por ello Yo te resucito,
Haré nuevas todas tus cosas:
recogeré tus lágrimas,
sanaré tus heridas,
acariciaré tus latidos fatigados,

llenaré tus rincones de Vida,

desempañaré tus horizontes,
te amaré y serás FEliz…

 

Ya ahí sabrán que sos Mi Hijo Amado,

en quien tengo puesta mi predilección.

 

Luz Huríe

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Luz Huríe