Evangelio según San Juan 15,1-8.

martes, 20 de mayo de
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Jesús dijo a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador.El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié.

Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí.

Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde. Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.

La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.»


Palabra de Dios



 


P. Cristian Salomón Sacerdote de la Parroquia Santa Teresa de Jesús, de Santa Teresa, Diócesis de Rosario   



Buen día, buen día! Comenzando a escuchar el capitulo 15 del evangelio de Juan, nos encontramos con Jesús que se autorevela como la Vid Verdadera, y el padre como Viñador, como quién cuida y hace posible que podamos dar fruto abundante.

La vid verdadera es el Señor, nosotros los sarmientos, llamados a permanecer unidos a la vid, para poder dar fruto. Al igual que el sarmiento no puede dar fruto sin estar unido a la Vid, tampoco nosotros podemos hacer nada sin estar unidos a Jesús.

Nuestra tarea será entonces, permanecer, estar unidos a Jesús, dejar podarnos, dejar que el Viñador, nuestro Padre del cielo, nos vaya dando forma y haciendo fecundos.

Que bueno que sea el Señor quién hace posible que podamos ser fecundos, cuanto nos cuesta por otro lado, permanecer, esperar los frutos, incluso que nos poden…porque queremos producir, porque somos ansiosos, porque muchas veces nos la creemos y pensamos que somos nosotros los que hacemos bien las cosas, orgullosos y a veces independientes; nos creemos que podemos sin Él, sin Jesús, hacer algo.

Y Jesús sin embargo, siempre humilde y Fiel, hace posible con su gracia, que los frutos surjan de los sarmientos que están unidos a la Vid, que seamos fecundos en Él.

Gracias Señor por darnos tu vida, por comunicarnos tu Gracia, por hacernos fecundos. Decia Madre Teresa de Calcuta: “Cada uno de nosotros es un colaborador de Cristo, el sarmiento de esa vid, pero ¿Qué significa ser un colaborador de Cristo? Significa morar en su Amor, tener su alegría, difundir su compasión, dar testimonio de su presencia en el mundo...”

Dios y padre nuestro, danos un corazon humilde y servidor, sigue podando nuestra vida, Vos sabes como hacernos fecundos, Señor Jesús que nunca nos separemos de ti, que cada día nuestra vida esté mas unida y robusta en tí.
Que tengas lindo día, Dios Te bendiga!

 

Oleada Joven