¿Hace cuánto no tenés una charla cara a cara con un amigo o un familiar? ¿Qué esperas para terminar con esas conversaciones pendientes que le dan tanto a nuestro existir?
La rutina hace que a veces perdamos el valor de las charlas verdaderas. Sin embargo en los momentos difíciles, en los momentos bajos sucede que hay un amigo que con una conversación nos saca del hielo, nos devuelve la fuerza y la energía que nos hace falta para seguir. Eso nos lleva a pensar que nos jugamos la vida en las conversaciones que tenemos (y también en las que no).
Evidentemente en los tiempos que corren, en estos tiempos de locura de la comunicación, preferimos evitar conversaciones cara a cara, buscamos escondernos tras un teclado y una pantalla… “Menos mails y mas conversaciones” parece ser el lema idea para la cambiar esta conducta.
A este problema le falta una conversación. A muchos de nuestros problemas les falta una conversación, pero una conversación verdadera, de esas que multiplican. ¡Animate! Tenemos que abordar esa parte del mundo que cae sobre nosotros.