Líbranos del mal amén

jueves, 5 de junio de
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Ya prácticamente “terminaba” de rezar aunque en realidad, nunca se “termina” de rezar, de orar, siempre es un comienzo, un ida y vuelta que nunca se acaba entre los que se aman.

Pero lo cierto es que estaba llegando al final de Padrenuestro y ya mi mente estaba activándose para lo que tenía que hacer después. Claro, a Dios no se le pasa oportunidad para alcanzarme y cuando pronunciaba las últimas palabras se desaparecieron los signos de puntuación y en vez del “líbranos del mal. Amén” pícaramente, surgió el “…líbranos del mal amén”. Y todo tomó un vuelco de profundidad que no hubiese imaginado; el Dios de la Vida nuevamente me había sorprendido con una de Sus novedades que despiertan.

El término “Amén” significa “así sea” pero a veces lo dejamos atrás cuando lo pronunciamos tan rápido, tan mecánico, tan sin sentido y sin embargo está convocado a tener una fecundidad que abarca y compromete toda nuestra vida.

Si hablamos de Vida, prontamente nos encuentro entre los brazos de María y estoy seguro que ella nos compartirá que el amén nuestro es eco de su “hágase en mí según Tu Palabra”…

Padre bueno,
líbranos del mal amén,
de los amén con peros,
con dudas,
a medias,
sin pasión,
sin vida,
que no amen.

Amén

Luz Huríe

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Luz Huríe