Preparar el Corazón

miércoles, 11 de junio de

Conocer el precio de la felicidad es, sin duda lo que el hombre desea con más vehemencia.


Toda su vida es una búsqueda – a veces desenfrenada- de todo lo que pueda darle placer y comodidad.


La “felicidad”, sin embargo, tiene tantos nombres y matices, que la gran mayoría no sabe con certeza donde encontrarla. La buscan por caminos falsos, atraídos por espejismos que se diluyen brúscamente, dejando un gusto amargo y las manos vacías en un corazón insatisfecho que creía haber hallado la soñada maravilla.


Como muchos no tienen VIDA INTERIOR, VIDA ESPIRITUAL- el don más precioso que ha recibido el hombre- no notan qué importante es, en este mundo efímero, DAR VALOR AL CORAZÓN Y PREPARARLO PARA LOS GRANDES MOMENTOS DE LA FE Y LA AMISTAD.


Saber que entre los contratiempos y adversidades de la Vida, existe alguien que nos reserva su ternura y su atención- cuando nadie tiene tiempo para nadie-. ¿no es un Tesoro de Inestimable valor?


Sentir la alegría de la espera, de los minutos que pasan y acortan la distancia que nos separa del que nos ama y fue atraído por nuestro corazón. ¿acaso no es maravilloso para quien todavía conoce el valor del sentimiento, en medio de la dureza asfáltica de nuestra vida?


Preparar, con cariño y desvelo, el corazón a veces suficiente y solitario, prepararlo para el abrazo del amigo y la sintonía del espíritu- que eleva y reanima-. ¿acaso no es mil veces más valioso que tener dinero en el Banco y tristeza en el alma?


Las pequeñas-grandes cosas son las que dan belleza y colorido a la Vida.

¡Y es esto lo que destruye la máquina! . Para ella, todo es innecesario.

Parecería tener los ojos vendados (¿ tendrá ojos, sino tiene corazón?…) , sin querer ver más allá de lo material e inmediato.


Pero el hombre no puede vivir solamente de “cosas”. Si se sofoca el espíritu y el corazón, el hombre morirá de tedio, de hastío y de soledad,enterrado en el palacio más lujoso, revestido de oro y mármol, lleno de dinero, pero muerto: espiritualmente muerto.


Entonces, ¿par qué haber vivido? ¿para conquistar fortunas y desconocer el precio de la verdadera felicidad?… ¿Dónde crees túque está la felicidad?


Autor:  Schimitt C.

 

 

Patricia Liendro