Evangelio según San Mateo 9,14-17.

lunes, 30 de junio de
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Se acercaron a Jesús los discípulos de Juan y le dijeron: “¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacemos nosotros y los fariseos?”.

Jesús les respondió: “¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.

Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido y la rotura se hace más grande. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque los odres revientan, el vino se derrama y los odres se pierden. ¡No, el vino nuevo se pone en odres nuevos, y así ambos se conservan!”.


Palabra de Dios

 

 

 


P. Guillermo Feldman Asesor de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Quilmes

En el Evangelio de hoy Jesús, frente a los discípulos de Juan comienza a predicarles y a hablarles sobre la llegada de nuevos tiempos que tiene que ver con su misma presencia. Un nuevo tiempo que se indica con algunas imágenes, por ejemplo la presencia del esposo que llega a la fiesta de bodas y por lo cual los amigos no pueden estar tristes. El género nuevo que no puede ser utilizado para remendar un vestido viejo. El vino nuevo que no se puede colocar en odres viejos.

Con la llegada de Jesús, se abre un tiempo novedoso, donde lo viejo ya no puede existir, porque la presencia de Jesús hace nuevas todas las cosas. Y se trata de ésta manera de vivir con su presencia una fiesta verdadera, una fiesta donde todos estamos invitados, nadie queda excluído y donde el amor, la misericordia, el perdón, el bien común, serán los platos principales para que todos podamos compartir.

Te invito a que te sumes a esta nueva fiesta, hacé que Jesús sea el centro de tu vida y también de tu corazón. Estoy seguro que Él traerá nuevos horizontes, nuevas perspectivas, nuevos sueños, nuevos proyectos. Él hará que tu interior se encienda con nuevas luces. Si sos capaz de vivir la presencia de Jesús reinando en tu vida compartirás el gozo verdadero con los demás. No cabe duda que todos somos responsables como cristianos, como hermanos en la Fe de poder hacer presente la alegría, sabiendo que Jesús siempre sale a nuestro encuentro para hacer presente el Reino de Dios en medio de nosotros.

Que en este día la alegría y la paz se instalen en tu corazón y puedas gozar de la del Resucitado. Amén

 

Oleada Joven