Evangelio según San Mateo 9,32-38

martes, 1 de julio de

En cuanto se fueron los ciegos, le presentaron a un mudo que estaba endemoniado. El demonio fue expulsado y el mudo comenzó a hablar. La multitud, admirada, comentaba: “Jamás se vio nada igual en Israel”.

Pero los fariseos decían: “El expulsa a los demonios por obra del Príncipe de los demonios”.

Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias.

Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha.”


Palabra de Dios



 


Monseñor Fernando Maletti Obispo de la diócesis de Merlo – Moreno


Queridos hermanos, queridos amigos, queridos yentes de Radio María en el día de hoy la palabra de Dios nos ofrece en el evangelio según San Mateo el capitulo 9 versículos 32 al 38. Alli se nos narra, como hemos escuchado el trabajo de Jesús para extirpar el mal, pero lo más importante, a mi modo de ver, es que Jesús en una mirada general a la multitud, dice el evangelio que tuvo compasíon, porque estan las ovejas fatigadas y abatidas, como ovejas que no tienen pastor, entonces El les dice a los discipulos: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos, rueguen al dueño de la cosecha para que envie trabajadores”.

Que importante es que, asumamos siempre esta posta de la oración, para que, tengamos personas consagradas en distintas consagraciones disponibles para el reino de Dios, para el servicio de la obra de anunciar a Jesucristo.

Y es todo el tema de la llamada del Señor que debe tener en todos nosotros en especial los jovenes una correspondencia pronta, sin dilaciones. El Señor no acepta, que por ningun motivo, si sentimos que el nos llama dilatemos la cosa, la disponibilidad ha de ser pronta, sin condiciones.

Él tiene planes para cada uno de nosotros, para los que ya son discipulos y para los que aparentemente saldrian perjudicados por su camino, el tiene dispuesta la cosa para que el  “Si” que demos resulte para el bien de todos, por eso, la llamada que urge es Jesús.

La mies es mucha y los trabajadores pocos, y tenemos que ser concientes que hay mieses que se pierden porque cada día no hay quien las recoja.

Cuando Dios llama, ese es el momento más oportuno, aunque aparentemente mirando con ojos humanos las cosas, puedan aparecer razones que posterguen nuestra entrega. Aunque el Señor hace llamamientos especiales, toda su predicación tiene algo que comporta una vocación, una invitación a seguirlo en una vida nueva y el secreto de esa vida nueva es lo que el mismo Señor dice: “Si alguno quiere venir en pos de mi, cargue su cruz y sigame”.

A todos nos ha elegido el Señor, a algunos de una manera muy especial y nos ha elegido para que lo sigamos, para que lo imitemos y para que prosigamos en el mundo la obra de su redención.

Que Dios los bendiga

 

Oleada Joven