De la basura al cielo a través de la música

miércoles, 16 de julio de

El Vertedero de Cateura es el lugar de disposición final de Residuos Sólidos de la ciudad de Asunción y de su área metropolitana. Allí llegan cada día aproximadamente unas 1.500 toneladas de residuos de todo tipo (domiciliario, comercial, industrial, de aseo urbano, etc).  Actualmente, entre 1.200 y 1.500 personas se dedican a la segregación de materiales reciclables directamente en contacto con la basura. A ellos se les conoce como “gancheros/as”, por el gancho que utilizan para su trabajo. No solo  se trata de  una población expuesta a contraer todo tipo de enfermedades, sino también de un conjunto de personas cuyo día a día transcurre en un espacio donde la calidad de vida y el respeto a la dignidad humana no pueden ser garantizadas.


¿Cómo ayudar a los jóvenes cuya atmósfera diaria está compuesta por el trabajo entre la basura a encontrar los deseos de superación y desarrollo personal? ¿Cómo motivarlos a educarse en lugar de escoger otros caminos a los que son aún más propensos como la delincuencia y la drogadicción? Favio Chavez cree con certeza que la música puede ser una respuesta a estos interrogantes.  Pero las preguntas no se acaban aquí. En Cateura la mayoría de las casas están hechas completamente de material reciclado obtenido directamente del basural ¿Cómo enseñar entonces música cuando un violín puede costar más que una casa?


Es en este momento que la creatividad y la sabiduría toman parte para dar real testimonio de la frase popular “Lo importante no reside en cuánto tienes, sino en lo que haces con lo que te ha tocado tener”. Si casas pudieron ser construidas con éxito a través de la basura ¿Por qué no usar dichos conocimientos con los que la gente responde a sus necesidades para construir instrumentos musicales? Favio Chavez halló en lo que muchos consideran basura pero en lo único de lo que algunos jóvenes están rodeados diariamente, ni más ni menos que el medio para que muchachos y muchachas escojan ser cada día buenas personas. Porque este es el objetivo de la orquesta que conformó: “No formar músicos necesariamente, sino buenas personas”.


Así, Favio Chavez lleva a cabo una labor que trasciende el mero aspecto musical, tratándose de promoción social. De manera ejemplar y admirable, consigue a través de la música conducir a jóvenes de la basura al cielo, regalándoles la oportunidad de ver la realidad desde una perspectiva diferente, más constructiva y esperanzadora. Si querés conocerlo y escuchar la orquesta que dirige, ¡No te pierdas el siguiente video!



 
 

 

Sofía Passetti