Evangelio según San Marcos 3 , 7-12

miércoles, 19 de enero de
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En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a orillas del lago y lo siguió una gran muchedumbre de Galilea. También de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de Transjordania y de la región de Tiro y Sidón acudió a él una gran multitud, al enterarse de lo que hacía. Como había mucha gente, encargó a sus discípulos que le prepararan una barca, para que no lo estrujaran.
Pues había sanado a muchos y, quienes padecían dolencias se le echaban encima para tocarlo. Los espíritus impuros, cuando lo veían, se postraban ante él y gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios». Pero él les prohibía enérgicamente que lo descubrieran.

Palabra de Dios

 

 

 

 




Monseñor Estanislao Karlic  Obispo emérito de la Arquidiócesis de Paraná

 

 Qué importante es descubrir entonces que Jesús siempre quiere hacer el bien. Nos trae la revelación de nuestro misterio,de nuestro origen,de nuestro destino, nos habla de lo que es el proyecto de su Padre haciendo obras de bien.
Uno de los signos de su presencia como hijo de Dios, es sin dudas,el  curar a los enfermos,el de arrojar fuera de nosotros a los espíritus inmundos. Él hace toda esa obra porque nos ama y lo que importa es que nosotros,destinatarios de ese amor, participemos de sus dones, vivamos su vida y santificándonos caminemos santamente por este mundo, preparándonos para el encuentro final.
Es el poder de Dios,el poder de su amor, que desde el silencio de la eternidad nos creó.
Desde la distancia, que habíamos tomado con otro pecado, nos salva con su Amor en la Cruz y quiere seguir  haciendo su obra de bien en nosotros para convertirnos, para sanarnos de  nuestras  enfermedades,  para hacernos experimentar lo  que  define su misterio interior, que es el amor, y para que descubriendo su verdad, admirados por el esplendor de su misterio, admirados por la profundidad y dulzura de su Amor imitemos su modo de obrar. Eso es lo que le importa al Señor,que se establezca entre nosotros y Él, entre Él y nosotros esta  alianza de caridad, de caridad gratuita, caridad permanente,de caridad sin fisuras, de caridad creciente. No le importa que hagamos nosotros una manifestación exterior que no estuviera sostenida por nuestro agradecimiento delicado y verdadero, por nuestro compromiso de seguir cumpliendo su voluntad en lo que resta de nuestra vida.
En ese recato tenemos que vivir nuestra relación con Dios y si nosotros vivimos imitando al Señor, en la obediencia al mandato de su Padre,sin importarnos otra cosa que el habiendo sido amados, amar.
Si nosotros no hacemos sino esto, estamos obrando mal, no cumplimos con la voluntad de Dios. Entonces pidámosle  al Señor, la simplicidad de los niños, que saben imitar a Jesús en la sencillez de sus pocos años.
Nosotros agradecidos como Él hagamos bien a todos aquellos que tengamos cerca para imitarlo a Él, por que esa es su ley y su misterio.

 

 

Oleada Joven