Aquí me tienes, Señor, en tu mirada,
con mis errores, con todos mis lamentos, vengo de lejos en busca de tu calma, de una palabra que llene mi silencio.
Aquí me tienes, Señor, no tengo nada, tal vez un beso que nadie me pidiera, estoy cansado, mi vida se derrama, dame tu aliento, Señor, tu primavera”.
Fran Álvarez