Evangelio según San Marcos 3 , 13-19

jueves, 20 de enero de
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En aquel tiempo, Jesús subió a la montaña, llamó a los que él quiso y se acercaron a él. Designó entonces a doce, a los que llamó apóstoles, para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar con poder de expulsar a los demonios. Designó a estos doce: A Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro; a Santiago, el Hijo de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno; a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el cananeo y Judas Iscariote, el que lo entregó.

 

Palabra de Dios

 

 




Monseñor Hugo Salaberry Obispo de la Diócesis de Azul

 

Hoy la Iglesia celebra la fiesta de una de las primeras mártires romanas, Santa Inés, y las lecturas -continuamos con las cartas a los hebreos, en la primera lectura y con la lectura del Evangelio de San Juan en la lectura del Evangelio- y entonces nos recomienda el Señor, nos dice una de sus frases -a mi modo de ver más bonitas- dice: “pondré mis leyes en su conciencia, las grabaré en su corazón, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo”; esta es la referencia que hace en la Carta a los hebreos y luego el Evangelio de San Marcos nos relata la elección que hizo de los apóstoles.Por un lado la elección general que Dios hace de todo aquél que quiera ser pueblo suyo y después le dice a un particular que hace de algunas personas como en este caso de los apóstoles; “pondré mi ley en su pecho, las grabaré en sus corazones, ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios”, una hermosísima promesa que el Señor nos hace justamente –como decíamos recién- en el día de esta santa mártir joven, Santa Inés, que murió martirizada de 12 años, es decir, 12 años le fueron suficientes y necesarios a Santa Inés, para que hoy después de 1.600 años la recordemos y la admiremos, han pasado 16 siglos desde el martirio de Santa Inés. El Señor la eligió como eligió un tiempo antes a los apóstoles, la mayoría era gente de trabajo , dispuestas a trabajar, casi toda gente -podríamos decir- “común”; el Señor los conocía y sin embargo los eligió, por eso hoy nos elige a nosotros porque nos conoce y nos quiere; no es fácil conocer y querer, pero en el caso del Señor, nos conoce y nos quiere. Entonces, entre la impida de Santa Inés y la elección de los 12 apóstoles, animémonos a esta aventura, la mejor, a esa aventura a la cual nos invita el Señor: dejarnos amar y elegir por Él y dejarnos llevar por donde Él quiera llevarnos. De todos los caminos posibles que tenemos para elegir, el más seguro y el más pleno sigue siendo el que el Señor nos ofrece y nos pone delante nuestro, dejémonos queridos jóvenes y queridos amigos, dejémonos elegir por el Señor y finalmente dejémonos llevar de su mano por los caminos que Él quiera.

 

 

Oleada Joven