Basura para algunos, abrigo para otros

martes, 29 de julio de
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Indira Ferreyra Lemoine hace que los días de cualquier persona parezcan cortos y aburridos. A los 28 años reparte las horas entre su tesis de grado de la carrera de Ingeniería Industrial que cursa en la Universidad Tecnológica Nacional, su trabajo en la Fábrica Argentina de Aviones y su rol como coordinadora de La Sachetera Córdoba, un proyecto ambiental y voluntario que tiene un fin solidario.


El pasado jueves nos abrió las puertas de su departamento en Nueva Córdoba para contarnos en qué consiste La Sachetera Córdoba. A simple vista es una joven estudiante y trabajadora como muchos otros, salvo porque el balcón de su casa aloja una enorme pila de sachets de leche y yogur vacíos. Y es que con esos sachets, Indira y un grupo de amigos fabrican productos impermeables para donar a personas en situación de calle.


–¿Cómo nace la Sachetera Córdoba?
–Todo empieza con mi grupo de amigos de la facultad. Nos juntábamos a comer asados y siempre surgían en las conversaciones las quejas de la vida cotidiana: “que mal el tema del tránsito, que mal el tema de la inseguridad, que mal el tema de la gente pobre”… y siempre pasaba lo mismo, nos juntábamos y nos quejábamos. Hasta que un día nos preguntamos qué podíamos hacer. Como la mayoría estudiamos Ingeniería Industrial dijimos “¿por qué no reciclar cosas?”.


La inspiración. Los 15 amigos comenzaron con pequeñas acciones: juntaron tapitas de botellas, separaron el papel del resto de los residuos y guardaron plásticos. Hasta que descubrieron que una persona en Buenos Aires reciclaba sachets de leche y yogur para hacer productos para donar. Esa persona era Goga Dodero, fundadora de La Sachetera.



–Como queríamos contribuir, les escribí para saber cómo podíamos enviarles sachets desde Córdoba. Me respondieron que no hacía falta que les mandemos sachets, que acá seguramente había mucha gente en situación de calle… “Pónganse una Sachetera de Córdoba, si se animan”, me dice. Entonces, nos pusimos. Las ganas estaban y queríamos hacer algo por Córdoba.


–¿Y cómo crecieron?
Tuvimos una difusión muy rápida. Así fue como nos donaron una termoselladora, máquinas de coser y la gente empezó a poner me gusta en la página de Facebook y a escribirnos. Entonces empezamos a trabajar con colegios, iglesias, empresas y otras instituciones. Es increíble como la gente se suma. Todo el mundo tiene ganas de reciclar, sobre todo por el fin solidario que está detrás.


–¿Qué productos hacen?
–Según las necesidades que hemos canalizado, lo principal es la bolsa de dormir. Hasta este momento hemos entregado alrededor de 20 ó 30 bolsas. Se las damos a la Fundación SI que las reparte en las recorridas que hacen todas las semanas por la ciudad. Otras cosas que hacemos son capas para la lluvia y cobertores para tanques de incendio.


La Sachetera Córdoba no sólo ofrece ayuda a personas. También ayudan a quienes se dedican a ayudar. “Cuando la Reserva Natural General San Martín hace plantaciones nuevas, les hacemos los bolsines para los plantines con los sachets de leche”, cuenta Indira. Y cuando el fuego arrasó en la localidad de Yacanto hace casi un año, los voluntarios fabricaron toldos para cubrir los cobertizos de los animales que quedaron desprotegidos.



–Deben poder aplicar muchos conocimientos que tienen por su carrera. ¿Cómo es el proceso?
–Es muy interesante desde el punto de vista de la ingeniería porque conocemos sobre las propiedades del material con que están hechos los sachets. Sabemos que mantiene el calor, que retiene líquidos y que lo podemos termofusionar o coser sin que se rompa. Y con respecto al proceso, cuando nos juntamos en las “tardes sacheteras” hacemos como una línea de producción: unos se ponen a cortar los sachets, otros los limpian, el próximo los corta para emparejarlos y así… También hacemos el control de calidad al final de la línea de producción. Por ejemplo, nos fijamos si tiene huequitos o si es impermeable.


–¿Cómo reciben los sachets?
–Al ser estudiantes muchos de nosotros no tenemos movilidad para buscarlos casa por casa. Entonces armamos una red de puntos de recolección donde la gente puede dejar el sachet vacío.


–¿Cómo se tienen que entregar los sachets?
–Abiertos y limpios. Siempre abriéndolos por el borde de la costura para que quede todo el plástico en un cuadrado homogéneo. Luego se deben limpiar, idealmente con detergente, para que no queden restos de leche o yogur. Mucha gente nos ha mandado tiras y hasta media bolsa armada, porque es fácil de hacer. Es un proyecto a imitar. Mientras el objetivo sea el mismo, el de difundir conciencia de solidaridad, el reciclado es válido.


Indira remarca la importancia de la imitación ya que, según ella, con un grupo de 15 personas es muy difícil cubrir la necesidad de abrigo de todas las personas en situación de calle en la ciudad de Córdoba.


–¿Por eso trabajan con colegios, por ejemplo?
–Claro, muchas escuelas se acercan con una materia que tiene que ver con la ayuda social. Nosotros les pedimos que junten sachets y hacemos la tarde sachetera. Les damos una charla primero y después hacemos una bolsa o algún otro producto entre todos.



–¿Cuál es la respuesta de la gente que recibe los productos?
–Los reciben muy bien. La última vez que entregamos una bolsa, el hombre la miró como diciendo “¿qué es eso?”, le explicamos para qué sirve y dijo: “¡Qué bueno! ¿Cuánto es?” (risas).


–¿Y cómo reacciona la gente cuando le explicas que un sachet que normalmente se tira puede tener otras utilidades?


–Les parece raro y se ríen, pero lo terminan haciendo. La gente se prende y empieza a preguntarse. Empiezan con un sachet, pero de ahí reflexionan cuando van a tirar una tapita o una bolsa. Yo creo que todo lo que usamos no es basura sino que se puede reutilizar. La idea también es que reduzcamos el volumen de basura que estamos generando.


Para la futura ingeniera, “el reciclado es una conducta y un hábito” que hay que fomentar.


–¿Cuál es el mensaje de La Sachetera?
–Que a veces un granito así en el mundo basta. No vamos a proteger del frío a todo el mundo pero podemos crear conciencia y enseñar a la gente que hay que ayudar y que hay que reciclar. El planeta necesita respirar, no podemos seguir viviendo como si no importara y, además, se puede hacer con un fin solidario, pensando en el otro.

 



Puntos de recolección


Dejá tus sachets abiertos y limpios en el punto de recolección más cercano.

Centro de Estudiantes de la UTN Córdoba, 2º piso, Edificio Central. Calle Maestro M. Lopez esq. Cruz Roja Argentina, Ciudad Universitaria. Lunes a viernes de 8 a 23.

Parque Sarmiento: Centro Cultural Manuel de Falla (Academia de Música), continuo a la Plaza del Bicentenario. Lunes a viernes de 9 a 18.

Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la UNC. Calle Haya de la Torre s/n entre Enrique Barros y Medina Allende, Ciudad Universitaria. Lunes a viernes de 9 a 20.

Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la UNC. Avenida Vélez Sársfield 264. Lunes a viernes de 9 a 20.

Secretaría del auditorio del Conservatorio Félix T. Garzón. Calle Concepción Arenales esq. Riccheri, Ciudad de las Artes. Lunes a viernes de 9 a 21.

San Marcos Sud: Panadería Olivieri. Calle Libertad 1043.

Villa Carlos Paz: “Latidos, escuela de arte”, Avenida Bach 504. Lunes a viernes de 16 a 21.

Laguna Larga: calle Libertad 86.

 



Podés usar

Gracias a la colaboración de amigos, familiares y vecinos, La Sachetera Córdoba hoy tiene más de 10 mil sachets vacíos esperando para convertirse en bolsa de dormir, toldo o capa para la lluvia. Por eso, el grupo necesita más herramientas y manos solidarias para poder producir. “Necesitamos termoselladoras y máquinas de coser porque aunque con la plancha también se puede, el proceso es más lento y peligroso”, explica Indira. La mano de obra y la difusión son igualmente importantes. Más voluntarios significan más tardes sacheteras, más productos en la calle y más personas con menos frío este invierno.


Cómo ayudar: 

Facebook: https://www.facebook.com/sacheteracordoba

Twitter: https://twitter.com/LaSacheteraCba

Web: http://www.sacheteracordoba.com.ar/

Correo: [email protected]

 

 

 

 Fuente: Día a Día

 

 

 

Oleada Joven