“Tu me has mostrado el camino a Ars, yo te mostraré el camino al cielo”
San Juan María Vianey
Fue un hombre sencillo que logró la más alta santidad por los increíbles caminos de la humildad. Se puede decir que su gran milagro era el confesionario. Miles de personas acudían al pueblo de Ars, cerca de Belley, en Francia, para ver al “santo” cura pero muy especialmente para confesarse. Diariamente catequizaba a niños y adultos, reconciliaba a los arrepentidos y con su ardiente caridad, alimentada en la fuente de la Eucaristía, brilló de tal modo que difundió sus consejos a lo largo y a lo ancho de toda Europa, y con su sabiduría llevó a Dios a muchísimas personas.
El amor derramado por San Juan María Vianey, presbítero y patrono de los párrocos, es para nosotros un testimonio de esperanza y un ejemplo a seguir. Te pedimos Señor la gracia de poner el corazón en cada tarea que llevemos a cabo.