Cada persona que ha pasado a tu lado, te ha dejado algo de si,
y tu le has dejado a ella algo de ti.
Ese compartir, incluso de quienes has experimentado alguna forma de traicion
o de dolor, los ha hecho a ambos “comulgar” juntos
con un fragmento de la historia
que en algo los hizo diferentes para siempre.
Perdonate por los errores cometidos y aceptate;
perdona y acepta las situaciones
frustrantes y dolorosas que te hayan ocasionado
o que tu hayas provocado a otros.
Aceptar la propia historia con paz es un modo de amarte a ti mismo
y de poder seguir avanzando sin quedar anclado
en los dolores y enojos del pasado.
Dios te ofrece su Gracia, tomala.
(365 Pensamientos Sanadores. Padre Gustavo Jamut)