Evangelio según San Mateo 18,1-5.10.12-14

lunes, 11 de agosto de
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En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: “¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?”.


Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellosy dijo: “Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos.


El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí mismo.Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial.


¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja las noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió?Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron.


De la misma manera, el Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños.



Palabra de Dios




 Monseñor Fernando Maletti Obispo de la Diócesis de Merlo – Moreno

 

 

Queridos amigos, queridos hermanos y hermanas, en el evangelio de hoy tan hermoso, en este capitulo en el que, entre otras cosas, Jesús nos habla de la corrección fraterna, el Señor expone esto que el siempre insistió en la formación de sus discípulos que es:


“El amor como esencia del cristianismo”


El amor al prójimo domina de tal manera la mentalidad de Cristo, en todo su quehacer salvador, sus obras, sus palabras, que podemos decir que en el “es como una obsesión”


Aprovecha cualquier ocasión para hablar del amor y lo inculca tan machaconamente como si de eso solo dependiera la vida de la iglesia que él está fundando. Le hablará de esto a los intelectuales, simbolizados en los fariseos y en los doctores de la Ley, a la gente sencilla representada en la muchedumbre que lo seguían y a los suyos, a los íntimos, a los que mejor han entendido, por su carisma el misterio salvador de la iglesia.


La caridad es la fuente de toda la vida de los cristianos y edifica la comunidad más que los carismas. Dice san Pablo, los milagros los podía hacer Dios, aún por medio del mismo demonio, pero aunque hiciese unos milagros, cuando hubiese cargado de medallas o perteneciendo a todas las cofradías, si le faltara el amor, si fuera injusto, si fastidiase al antipático, si deshiciese la fama ajena, ese no es comunidad eclesial, esa no es iglesia santa de Dios.


Por eso queridos hermanos, no hay iglesia sin comunidad que viva en el amor, así como sabemos que no hay comunidad sin eucaristía, por eso la eucaristía en comunidad es la auténtica celebración dominical que hacemos. Jesús a los íntimos les dice que les da un precepto nuevo que “Se amen los unos a los otros” y abunda diciendo cual debe ser la medida del amor, “Como Yo los he amado” ese es el parámetro del amor.


Cristo amo hasta la cruz , por eso nuestro amor no tiene que tener fronteras, tiene que llegar hasta las últimas consecuencias, por eso en algún capítulo anterior y también en el evangelio de san Juan, Jesús va a decir , bueno en esto van a conocer que son de los míos: Si tienen amor, si tienen caridad, los unos para con los otros.


Que el Señor los guié y los acompañe, los cuide, los proteja y les conceda la gracia que más necesiten.

 

Radio Maria Argentina