Oh vos, que te ves inmerso en el diluvio del siglo,
más luchando contra tormentas y tempestades
que andando por tierra firme:
No apartes tus ojos del resplandor de ésta estrella
si no quieres ser sumergido en las tormentas.
Si surgen los vientos de las tentaciones,
si enfrentas los obstáculos de las tribulaciones,
¡Mirá la Estrella , invocá a María!
Si te ves sumergido en las olas de la soberbia,
de la ambición, de las calumnias, de la envidia,
¡Mirá a la Estrella, invocá a María!
Si la ira, o la avaricia, o las tentaciones golpean
el barco de tu alma,
Si te atormenta el recuerdo de tus pecados,
o te deprime la corrupción de la conciencia,
si te sientes aterrado por el horror del juicio
por el que pasarás, si la sima de la tristeza te absorbe,
y te ves caer en el abismo de la desesperación,
¡Pensá en María!
San Bernardo