María tuvo una enorme confianza en Dios. Vivió con una inmensa paz porque cumplió la voluntad de Dios en su vida. En este día en que celebramos la fiesta de la Asunción de la Virgen María que es llevada en cuerpo y alma al cielo te damos gracias, Señor, por la presencia de María en esta obra y en la vida de todos tus hijos.
Oh vos, que te ves inmerso en el diluvio del siglo,más luchando contra tormentas y tempestadesque andando por tierra firme:No apartes tus ojos del resplandor de ésta estrellasi no quieres ser sumergido en las tormentas.Si surgen los vientos de las tentaciones,si enfrentas los obstáculos de las tribulaciones,¡Mirá la Estrella , invocá a María!
Si te ves sumergido en las olas de la soberbia,de la ambición, de las calumnias, de la envidia,¡Mirá a la Estrella, invocá a María!
Si la ira, o la avaricia, o las tentaciones golpeanel barco de tu alma,¡Mirá a la Estrella, invocá a María!
Si te atormenta el recuerdo de tus pecados,o te deprime la corrupción de la conciencia,si te sientes aterrado por el horror del juiciopor el que pasarás, si la sima de la tristeza te absorbe,y te ves caer en el abismo de la desesperación,¡Pensá en María!
San Bernardo