Dicen que soy mal cristianoporque no me ven rezar.¡Que venga Dios y me digaen qué he podido faltar!
A veces, por el trabajoo por el mucho viajar,junto a los templos calladospaso de largo, nomás.
Busco la sombra de un árbolcuando quiero descansar.Son sueños de ojos abiertoslos que me pongo a soñar.
En silbos y remolinos,lo miro al viento pasar.Tal vez Dios se le ha perdidoy él lo ha salido a campear.
Yo me quedo muy tranquilo.¿Para qué me he de apurar…?Si el que lo busca por fueraa Dios no lo va a encontrar.
Mi corazón es un pozoy allí me pongo a rezarcosas que los dos sabemosy que ignoran los demás.
Miro a mi chango dormido,cansado de travesear.Y pa’ cuidarlo soy Tata,cristiano, perro, jaguar.
Pobreza limpia del criollo…Si por áhi me falta el pan,las leguas que me galopo,Dios y mi zaino sabrán.
Digan por áhi lo que digan,perdono al que me hace mal.Yo sé curar mis heridasy rezo con mi cantar.
Dios me entiende, y yo lo entiendo.Nos hablamos… sin hablar.
Atahualpa Yupanqui