Gustavo Cerati fue el autor e interprete de muchas de las canciones que acompañaron mi adolescencia. “La ciudad de la furia” fue la canción que hizo que formara fila en los fans de Soda Stereo en esa guerrita musical que habia por esos años y en la que la contraparte era Patricio Rey y los Redonditos de Ricota.
Uno de mis primeros cassettes fue Canción Animal del año 1990. En las americanas donde los chicos llevaban las bebida y las chicas la comida a mi me tocaba llevar ese cassette y De música Ligera era la canción que cuando promediaba la noche marcaba el inicio del rock nacional en esas pistas de baile improvisadas donde se corria la mesa para que haya más espacio para el pogo light que practicabamos.
Me hice incondicional de la banda, incluso con discos que recien ahora tomo dimension de lo que significaban y los caminos inquietos que transitaban aunque en el momento no entendia mucho porque Soda no se quedaba quieto en Canción Animal.
Con el tiempo uno no solo escucha la música sino que la siente con todos los sentidos y Gustavo Cerati tuvo el don de llegar al corazón y tocarlo con su música.
Gustavo era un poeta para mi, aunque El renegaba de ese titulo.
Ponés canciones tristes para sentirte mejor
tu esencia es más visible
Del mismo dolor
vendrá un nuevo amanecer.
Poder decir adiós
es crecer
uuuuh
Los versos de ADIOS me sirvieron para caminar momentos de desamor y tristeza con un halo de esperanza.
Su partida a la casa del Padre nos deja un vacio similar.
Hoy el universo de todo el rock Nacional Argentino y Latinoamericano le dice también #HastaSiempreCerati deseando que descanse en paz.
Mientras yo me quedo rindiendole un merecido homenaje escuchando su música.
Por Diego Gimenez – Referente de Musicalizacion de Radio Maria Argentina