EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 7,11-17

martes, 16 de septiembre de
image_pdfimage_print

Jesús se dirigió a una ciudad llamada Naím, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. Justamente cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, llevaban a enterrar al hijo único de una mujer viuda, y mucha gente del lugar la acompañaba.


Al verla, el Señor se conmovió y le dijo: “No llores”.Después se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron y Jesús dijo: “Joven, yo te lo ordeno, levántate”. El muerto se incorporó y empezó a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre.Todos quedaron sobrecogidos de temor y alababan a Dios, diciendo: “Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo”.


El rumor de lo que Jesús acababa de hacer se difundió por toda la Judea y en toda la región vecina.



Palabra de Dios





 Monseñor Fernando Maletti Obispo de la Diócesis de Merlo – Moreno

 

 

Queridos hermanos, queridos amigos, que cuadro tan hermoso nos ofrece el evangelio de hoy. Por un lado el hijo muerto de una mujer viuda y por el otro lado las palabras de Jesús: “Yo te lo ordeno, levantate, joven levantate”.


Hay muchos tipos de muerte, una de las peores, la del alma, la tristeza, los vicios, la indiferencia y muchas otras cosas negativas.

 

La palabra del Señor nos puede devolver la vida. El amor de Dios tiene la autoridad de parar hacernos revivir, para detener cualquier caminata hacia la muerte.


Levantemos la cabeza, nos dice hoy con otras palabras el evangelio, llenémonos de ánimo y amor que quien ama pasa de muerte a la vida.


El cristiano recibio en el bautismo el Don de la Gracia que nos hace participar de la naturaleza de Dios y nos capacita para obrar al modo divino, esta vida divina en el alma como la vida natural esta destinada a crecer mediante la oración, los sacramentos y el ejercicio de las virtudes.


La vida cristiana es algo positivo si se centra en Jesucristo, quizás como la actitud de estos interlocutores de Jesús, que provocaron en Jesús las palabras consoladoras: “Joven, yo te lo mando, levantate”

 

Él es el que nos comprende porque es nuestro amigo, Él que conoce nuestras preocupaciones, nuestras necesidades, nuestros sentimientos, porque Él los ha tenido también, porque Él es naturaleza humana, es Jesús histórico, Jesús hecho hombre; se hizo como nosotros para hacer nuestro camino, nuestra verdad y nuestra vida, por eso, estar siempre dirigiendonos al Señor en las circunstancias dificiles, es el camino seguro para estar en paz y recuperar la alegría.


Que el Señor los bendiga, que el Señor los proteja y les de la Gracia que más necesiten.

 

Radio Maria Argentina