Evangelio según San Lucas 8,19-21

viernes, 19 de septiembre de
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Su madre y sus hermanos fueron a verlo, pero no pudieron acercarse a causa de la multitud. Entonces le anunciaron a Jesús: “Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte”.     

Pero él les respondió: “Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la practican”.


Palabra de Dios





Monseñor Fernando Maletti Obispo de la Diócesis de Merlo – Moreno 

 

Queridos hermanos, queridos amigos, queridos, en el evangelio de hoy el Señor dice nos dice que: “Su madre y sus hermanos son los escuchan la palabra de Dios y la practican”.

La palabra de Dios, es Dios que habla a los hombres, porque nuestro Dios no es un Dios mudo, sino que es vivo y se comunica con palabras y con hechos salvadores, por eso sabemos que Dios habla de diversas maneras a través de personas concretas, en el Antiguo Testamento, a través de toda la historia del pueblo de Israél, todos los hombres por Jesús y a todos las personas, grupos por los apóstoles.

Dios siempre habla: por la naturaleza creada, por los acontecimientos, por los signos de los tiempos, a través de la Iglesia, de su liturgia y los sacramentos.

Por eso la palabra de Dios es eficaz: “Felices más bien los que escuchan la palabra de Dios y la practican”.

Nuestra actitud queridos oyentes ante la palabra de Dios y a la luz del evangelio de este día y a la luz del mes de la biblia, debe serla de una lectura y escucha diaria de la misma. Le demos un recibimiento confiado y dócil. No basta solo con oír la palabra siempre, sino que hay que interiorizarla con fe; meditarla, rumiarla y guardarla en lo más recondito de nuestro ser, para que nos cambie la vida. Leer la palabra, no como historia sino sobre todo como revelación, es Dios quien nos habla, por eso abramonos a ella por la fe y sepamos comunicarla a los demás.

Nadie da lo que no tiene, felices más bien los que escuchan la palabra de Dios y la practican.

 

Radio Maria Argentina