Solo le pido a Dios que el dolor no me sea indiferente, que la reseca muerta no me encuentre vacío y solo sin haber hecho lo suficiente.
Solo le pido a Dios que lo injusto no me sea indiferente, que no me abofeteen la otra mejilla después que una garra me araño esta suerte.
Solo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente, es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente. Solo le pido a Dios que el engaño no me sea indiferente, si un traidor puede más que unos cuantos, que esos cantos no lo olviden facilmente.
Solo le pido a Dios que el futuro no me sea indiferente, desahuciado está el que tiene que marchar a vivir una cultura diferente.
León Gieco