Ser pacífico

miércoles, 8 de octubre de
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Es pacífico sólo el que consigue,
incluso a costa de vencerse a sí mismo y

de superar los propios prejuicios, alabar al otro.


Es pacífico el que está dispuesto
a reconocer las razones de su adversario.


Somos pacíficos si no interpretamos los

comportamientos y los esfuerzos de los

demás con criterios superficiales.


Servimos a la causa de la paz si nos comprometemos
no sólo por la causa de nuestra libertad

sino también por la de los otros.


Servimos a la causa de la paz
si aprendemos poco a poco
a no percibir sólo la injusticia
de la que nosotros somos víctimas,
sino también la injusticia
de la que son víctimas otros.


Somos pacíficos si cumplimos cada día

pequeños actos de virtud: ser amable con

quienes se tiene poder, no inclinarse ante

quienes son más fuertes, no considerarse

demasiado importante ni creerse insustituible.


Karl Rahner

 

Oleada Joven