Un alma en Dios escondida

miércoles, 15 de octubre de
image_pdfimage_print

Si el amor que me tenéis,
Dios mío, es como el que os tengo,
Decidme: ¿en qué me detengo?
O Vos, ¿en qué os detenéis?

-Alma, ¿qué quieres de mí?
-Dios mío, no más que verte.
-Y ¿qué temes más de ti?
-Lo que más temo es perderte.

 

Un alma en Dios escondida

¿qué tiene que desear,

sino amar y más amar,
y en amor toda escondida
tornarte de nuevo a amar?

 

Un amor que ocupe os pido,
Dios mío, mi alma os tenga,
para hacer un dulce nido
adonde más la convenga.

 

Santa Teresa de Ávila

 

Oleada Joven