Señor, tal vez no tenga muchas cosas para dar,
pero he recibido muchos dones para compartir con los demás.
Enseñame a no ser egoísta, a pensar primero en los demás y a compartir con alegría. Enseñame a compartir lo que soy y lo que tengo.
Que no me apegue a mis cosas y me las guarde, sino que aprenda a ofrecerlas, para que todos puedan disfrutar con lo que he recibido.
Tengo mucho para dar, y lo que tengo se puede multiplicar si lo comparto. Jesús, cambia mi corazón y que comparta lo que tengo porque dando se recibe y compartiendo se descubre tu presencia en nuestro corazón.
¡Que así sea, Señor!
Marcelo A. Murúa