Evangelio según San Mateo 5, 13-16

sábado, 5 de febrero de
image_pdfimage_print

 

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:  "Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve desabrida, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla y que la pise la gente. Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de una montaña. Tampoco se enciende una vela para meterla debajo de una olla, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Que alumbre así su luz a la gente para que vean sus buenas obras y den gloria a su Padre que está en el cielo".

 

Palabra de Dios

 

 


 

 

Oleada Joven